Manifestaciones de los chlecos amarillos. Foto RFI.

Francia
Espacios Europeos (5/1/2019)
Por octava vez los “chalecos amarillos” salen a la calle y ocupan las mayoría de las ciudades de Francia. La revuelta social va en aumento y su deriva anuncia un fuerte enfrentamiento con el gobierno del presidente Macron.

Hoy sábado los ‘chalecos amarillos’ han salido a la calle en la mayoría de las ciudades francesas, lo han hecho por octava vez desde que el 17 de noviembre comenzó este movimiento de protesta. Se estima que más de 25.000 personas han participado en las protestas de hoy según fuentes de la policía, aunque portavoces de los manifestantes afirman que han sido muchos más. En cualquier caso, la participación ha sido muy numerosa.

Hubo varios enfrentamientos entre los ´chalecos amarillos´ y la policía. Las fuerzas de seguridad emplearon cañones de agua y gases lacrimógenos, mientras que los manifestantes se defendían a cuerpo limpio, aunque en algunas zonas lanzaron adoquines a la policía. Que sepamos ha habido más de un centenar de detenciones tan solo en París.

En un comunicado difundido en las redes sociales a través de Facebook ‘La France en colère’ (Francia en ira), los ‘chalecos amarillos’ se dirigieron al presidente francés Emmanuel Macron, diciendo que «la ira va a convertirse en odio si continúan, desde su pedestal, usted y sus partidarios, considerando a la gente común como mendigos».

En un párrafo de ese comunicado se afirma que las «consultas nacionales» anunciadas por Macron al poco de iniciarse este movimiento de protesta, en noviembre de 2018, son simplemente una «trampa política», cuyo único fin es evitar el diálogo sobre el derecho a celebrar «referendos de iniciativa ciudadana».

Las exigencias del movimiento de los ´chalecos amarillos´ son, entre otras, restaurar la soberanía del pueblo de Francia mediante la implementación del Referéndum de Iniciativa Ciudadana (RIC) en todos los asuntos a tratar, la implantación de una reducción significativa de todos los impuestos sobre bienes esenciales y una reducción significativa en todas las pensiones, salarios, privilegios y pensiones actuales y futuras de los funcionarios estatales electos y superiores.

La protesta ha ido en aumento y se espera que a ella se vayan sumando sectores de las clases medias más elevadas, así como otros sectores de los menos privilegiados.

Sociólogos europeos creen que los ´chalecos amarillos´ extenderán sus reivindicaciones a otros países de la Unión Europea.