Teodoro Obiang y Jacques Chirac,

Guinea Ecuatorial
Abaha (2/10/2019)
Teodoro Obiang Nguema no pudo viajar a Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU, pero si lo ha podido hacer a Francia, y al parecer sin ningún problema. Otra cosa fue el protocolo establecido. La pareja presidencial, Obiang y Constancia, viajaron a París para asistir al homenaje póstumo al ex Presidente Jacques Chirac, gran amigo de la mayoría de los dictadores africanos.

La visita de Obiang a París no ha sido un éxito. En primer lugar no pudo asistir al almuerzo que ofreció el gobierno galo (se dice que no fue invitado); y en segundo lugar, porque  algunos medios de comunicación han sido críticos con su presencia en el homenaje póstumo al que fuera presidente del gobierno francés.

Fuentes bien informadas, nos han comentado que al finalizar ese acto, el avión presidencial se dirigió a Suiza, donde hizo las gestiones oportunas, a “través de una empresa que montó o de una a la que le encargaron el asunto” de comprar los coches de Teodorín que se iban a subastaren en Bonhams. De esta forma los lujosos automóviles, que habían sido confiscados por la justicia suiza, vuelven a manos del sucesor de Obiang Nguema.

En la cadena francesa, RMC, el periodista Nicolas Poincaré dio un repaso al acto de homenaje póstumo a Chirac, comentando que de los 69 jefes de Estado que asistieron, muchos de ellos eran dictadores, auténticos torturadores y corruptos. Según Poincaré, “en Saint-Sulpice, luego en el Elysee para almorzar, Teodoro Obiang, presidente de Guinea Ecuatorial desde 1979, estuvo, por ejemplo, muy presente”. Y, se refirió al dictador guineano acusándole de que cada dos por tres denuncia que ha sido víctima de un intento de golpe de Estado y así “aprieta las tuercas” un poco más. Poincaré puso un ejemplo: “hace dos años, 130 opositores fueron arrestados al mismo tiempo y sentenciados hasta 96 años de prisión”, y no ha pasado nada.

Poincaré denuncia –nosotros lo hacemos a diario- la que otros medios de comunicación -la clase política igual- no quieren ver. Otro tanto hizo con la sucesión de Teodorín, por decisión de su padre el dictador Teodoro Obiang Nguema.

El periodista francés aludió a la inmensa fortuna que acumula la familia Obiang. Cita, por ejemplo, la mansión privada de Teodorín en la  Avenue Foch, de 4.000 metros cuadrados con 101 habitaciones en 5 plantas, incluida la habitación de 100 metros cuadrados. En esa mansión alberga varios coches de lujo.

No obvió el periodista decir que la mansión y los coches fueron confiscados por la justicia francesa bajo la acusación de “bienes mal adquiridos”. Menciona, asimismo, que el padre y el hijo viajan cada vez menos, pues suelen tener problemas con la justicia. Y cita los ejemplos de lo sucedido en Estados Unidos, Suiza y Francia en particular.

En la despedida a Jacques Chirac ha estado lo más granado de África. Nos referimos a auténticos sátrapas, como Sassou Nguesso (República del Congo); Faure Gassingbé (Togo); Denis Sassou Ngesso (Congo Brazzaville), etc.

Lo cierto es que a la familia Obiang se le van cerrando, poco a poco, todas las puertas. Un experto en asuntos africanos nos decía hoy lo siguiente: “Guinea Ecuatorial es un hervidero, un puchero con agua hirviendo, que como se destape de repente no sabemos lo qué puede pasar. Está todo cogido con hilos”.