Guinea Ecuatorial
Espacios Europeos
(23/11/2019)
La denuncia formulada hace dos días en la comisaría de Alcalá de Henares por la esposa de Martin Obiang Ondo confirma que éste, Bienvenido Ndong Ondo, Feliciano Efa Mangue, y otros integrantes del Movimiento de Liberación de Guinea Ecuatorial, Tercera República (MLGE IIIR), fueron secuestrados en Sudán del Sur y conducidos a Chad desde donde fueron trasladados a Malabo, merced a la colaboración entre las policías políticas de los tres regímenes dictatoriales. Todo apunta a que estarían confinados en alguna de las mazmorras de la dictadura, estarían siendo torturados o a la espera de serlo, dependiendo de las instrucciones del dictador. Si bien otros informes alarmistas afirman que habrían sido fusilados
A pesar de tratarse de activistas residentes en España (algunos de nacionalidad española como Feliciano Efa Mangue), y reconocidos por las instituciones de dicho país, el gobierno español no ha dado muestras de interesarse por la suerte que puedan correr, cual es perder su vida durante las brutales sesiones de tortura a las que vayan a ser sometidos por los secuaces del régimen. La pasividad del gobierno español contrasta así con la actitud comprometida que asumió para liberar al secretario general de CPDS Andrés Esono, detenido y secuestrado en idénticas circunstancias en Chad.
Por ende y desde que se publicara el suceso a través de las redes sociales, la opinión pública nacional se ha conmovido igualmente ante la pasividad del propio MLGE IIIR, cuyos órganos de representación han guardado un inquietante mutismo hasta la fecha sobre la desaparición de sus compañeros. Dicho retraimiento aparece cuanto más injustificable ante la indiferencia de los principales partidos de la oposición, que tampoco han emitido pronunciamiento alguno sobre dicho suceso, con la salvedad del CORED.
Acusados de participar en el enésimo intento de golpe de estado fallido de diciembre de 2017 (al igual que Andrés Esono, todos los políticos de la oposición son acusados de participar en golpes de estado), los ahora secuestrados fueron condenados por la justicia ecuatoguineana al termino de un proceso plagado de graves irregularidades, desde la fase sumarial hasta la de juicio (negación del derecho a la defensa y a la asistencia letrada, ausencia de pruebas de cargo, modificación de la composición del tribunal durante el juicio, incorporación de militares en el tribunal, etc.) conforme acreditan numerosos informes de observadores independientes. Ya desde el inicio de las diligencias sumariales, el ministro de seguridad, Nicolas Obama Nchama, solicitó el concurso de INTERPOL para la detención y extradición de los ahora secuestrados (entre los que no figura otro activista de MLGE 3R buscado por la seguridad guineana, Rubén Clemente Nguema Engonga, hijo del vice primer ministro Clemente Engonga Nguema Onguene), que le fue denegado por no concurrir los preceptivos requisitos estatutarios. Posteriormente, las autoridades jurisdiccionales de la dictadura renovaron, en vano, la solicitud de extradición, en ejecución de la sentencia condenatoria viciada.
En definitiva, el descrito proceso judicial no acreditó la veracidad del pretendido golpe de estado fallido, ni la implicación de los imputados (Enrique Nsue Anguesomo, Julian Ondo Ncum, Rubén Clemente Nguema Engonga, Martin Obiang Ondo, Bienvenido Ndong Ondo, Feliciano Efa Mangue, Jose Nve Elo, Salomón Abeso, y un largo etc.), ni la implicación de algunas personalidades públicas estigmatizadas en las redes sociales (Alejandro Evuna Owono, Nicolas Obama Nchama, Filemón Ndong Molo, Juan Antonio Bibang Nchuchuma, Jerónimo Osa Osa, Teresa Efua, Marcelino Nguema Onguene, etc.). Si bien no se descarta que el dictador obligue a los secuestrados, bajo tortura, a suscribir acusaciones contra las mismas al objeto de su desacreditación social y política. Toda vez que la detención y secuestro de los activistas políticos de MLGE 3R responde únicamente a la ejecución del plan de eliminación de los políticos desafines a la sucesión de Teodoro Nguema Obiang Mangue.
En efecto, y conforme expuso ante las instituciones y los medios informativos españoles, el movimiento MLGE 3R aboga, en aras de la transición hacia la democracia, por la supresión del vigente orden constitucional, la promulgación de una ley de amnistía y la legalización de todos los partidos políticos, la designación de un gobierno de transición y de una asamblea constituyente para la elaboración de una nueva constitución integrada por representantes de partidos políticos, como presupuesto para la designación de nuevas instituciones democráticas. En aras de la restitución del patrimonio estatal usurpado por el dictador, MLGE IIIR preconiza una auditoría general de las cuentas del estado, de la Tesorería, de las agencias, entidades y sociedades con participación del estado, y la designación de una comisión especial encargada de estudiar y resolver las reclamaciones de nacionales y extranjeros víctimas de expropiaciones ilegales. Dicho mensaje político esperanzador ha suscitado un innegable entusiasmo entre la juventud guineana, que la aborrecida dictadura trata de socavar mediante la decapitación de MLGE IIIR. Es esa la triste realidad que se escuda tras la enésima tentativa de golpe de estado urdida por el dictador sanguinario y psicópata.
Por las razones expuestas, y en honor al vínculo histórico que le une a nuestro país, el gobierno español debe exigir la liberación de los activistas de MLGE 3R, como lo hiciera para Andrés Esono Ondo. Y debe requerir a los demás países europeos a fin de que cesen los secuestros y las torturas proferidas al pueblo por la abyecta dictadura. Si no lo hiciera, los supervivientes de la dictadura mantendrán por siempre el recuerdo de su apatía y desdén ante la memoria de los asesinados y torturados durante la dictadura vil.
N. de la R.
Este artículo se publica con la autorización de Radio Macuto.
Noticias relacionadas:
Etiquetas:
Bienvenido Ndong Ondo, Feliciano Efa Mangue, Guinea Ecuatorial, MLGE IIIR, Rubén-Clemente Nguema Engonga, Salomón Abeso, Secuestro de Martín Obiang, Teodoro Obiang Nguema