Señor Azul - Espacios Europeos, Diario digital

Sin Acritud…
Rafael Díaz (23/12/2019)
A medida que los times goes by, entran y salen cosas y gente de tu vida. Antes, hace mucho más tiempo del que me gustaría, un toque diciéndote que empezaba «oye, que se ha muerto….» era demoledor. Consenso, coyuntura, acuerdos, diálogo, esperanza eran cosas que relucían. Ahora se nos antojan mucho más como armas arrojadizas alejadas de sus naturalezas. Y sí, se nos ha muerto algo tan necesario como la vocación de servicio. La de servirse la ha asesinado.

Ya se acepta casi todo. Te acuerdas con nostalgia cuando tenías 20 años y querías hacer entrar en razón al Señor Azul, que dialogara, que fuera respetuoso, que respetara puntos de vista distintos y lejos de imponer su terca voluntad, pidiera criterios distintos. Lo malo es que los toros que ni son ni parecen ser, lo son y tobilleros por los dos extremos.

Ahora el pensamiento único, la falta de autocrítica, la dictadura en definitiva está en el lado que luchaba contra esas mismas cosas. La superioridad moral del Vigía de Occidente está en un reflejo, donde como todos deberíais saber, te vuelves loco para determinar cuál es la izquierda y la derecha. Ya no sabes qué es del azogue y qué del otro lado de aquello de Lewis Carroll. O sí, lo que es peor. El Señor Azul ahora se arroga el feminismo, el progreso y lo que haga falta y me temo que en breve, incluso pisoteando el sistema judicial en minúsculas deliberadamente.

Abocado a un corolario de insensibilidad absoluta lo único en lo que queda un poco de preocupación es en lo que se viene encima inmediatamente. Cortoplacismo en ocupar el trono. Ya veremos qué hacemos una vez sentados. Lo importante es llegar y no hacer según se ve.

Indro Montanelli lo describió estupendamente en sus Historias de Grecia y Roma. Tendremos catarsis inminente. Y ya se sabe que son procesos violentos y jodidos. A ver si para cuando toque, a mi me pilla ya con la insensibilidad diagnosticada. Sería todo un detalle, Manitú.

Señor, Señora… qué más da lo importante es que sea Azul. Como los gatos que cazaban ratones de Felipe González. El azul ha cambiado de maniquí.