?????XV Congreso del Frente Polisario

Sáhara Occidental
Luis Portillo Pasqual del Riquelme
(5/2/2020)
El XV Congreso del Frente Polisario
Celebrado en la localidad saharaui liberada de Tifariti, entre el 19 y el 25 de diciembre de 2019, el XV Congreso del Frente Polisario sesionó en memoria del diplomático saharaui y ex representante del Frente Polisario ante la ONU, Bujari Ahmed Barical-la, bajo el lema: “Lucha, perseverancia y sacrificio por la íntegra soberanía del Estado Saharaui”.

Si los primeros congresos se habían centrado en los objetivos de la guerra de liberación y la consolidación del Frente Polisario, y los posteriores, en la consolidación del Estado saharaui y su asentamiento en el continente africano, este XV Congreso ha sido especialmente relevante por las nuevas decisiones para el futuro de la causa saharaui, fusionando diplomacia y beligerancia y aportando nuevas energías en el replanteamiento del proceso de paz. Y ello porque las sucesivas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y las decisiones y sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) apenas han sido efectivamente aplicadas hasta la fecha y la comunidad internacional parece indiferente ante la parálisis del proceso de descolonización. Se trataba, pues, de dar un nuevo impulso y una dimensión más beligerante a la negociación tutelada por la ONU, que permanece enquistada. Por eso, el objetivo principal del Congreso era la búsqueda de vías para salir del impasse.

Los participantes en este XV Congreso, más de 2.400 delegados, analizaron las mejores opciones para proseguir la lucha de liberación del pueblo saharaui, reafirmando su apego al ejercicio del derecho a la libre determinación y a la independencia, rechazando  categóricamente cualquier ataque a esos derechos legítimos, como recogía  la declaración final.

Participaron en los trabajos delegaciones extranjeras (más de 400 participantes) de África, Europa, América y Japón, que enviaron con su presencia un claro mensaje al mundo entero de que la causa saharaui interpela a todas las instituciones y organizaciones internacionales para defender el derecho del pueblo saharaui a la libertad e independencia y para continuar la lucha hasta lograrlas.

El Congreso expresó su pleno apoyo a la decisión tomada por el Frente Polisario -tras la Resolución S/RES/2494 (2019) del Consejo de Seguridad, de 30 de octubre de 2019-  relativa a la revisión de su participación en el proceso de paz auspiciado por la ONU. «El pueblo saharaui no tolerará la situación actual de bloqueo ni la transformación de la MINURSO  en protectora (y en instrumento) de legalización de la colonización», advirtieron los delegados, insistiendo en la plena soberanía del pueblo saharaui sobre todo el territorio de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), de conformidad con las resoluciones internacionales, incluidas las del Tribunal Internacional de Justicia de La Haya y los Tribunales europeos, además de las resoluciones de las Naciones Unidas y la Unión Africana.

Los países africanos reiteraron su llamamiento a la necesaria descolonización de la última colonia en África y su firme apoyo al pueblo saharaui en su lucha. Las delegaciones de los países europeos, por su parte -en particular, las de Francia, España, Alemania e Italia-, enviaron un mensaje claro a sus respectivos gobiernos para que cesen su apoyo al ocupante marroquí, «principal responsable del deterioro de la seguridad en la región» , y subrayaron la necesidad de intensificar la solidaridad con la causa saharaui para poner fin a las violaciones perpetradas desde hace más de 40 años contra el pueblo del Sáhara Occidental y al saqueo de sus recursos naturales.

En su intervención ante el Congreso, Brahim Ghali, presidente de la República Saharaui y secretario general del Frente Polisario, dijo que el actual impasse es producto de la política de intransigencia y  la obstrucción sistemática -por parte del Estado ocupante marroquí- a la  implementación de  la Carta de la ONU y las resoluciones de Naciones Unidas, y que, ante todo, está el derecho a la independencia del pueblo saharaui, como todos los pueblos y países coloniales. A pesar de que la Carta y las resoluciones de Naciones Unidas demandan la organización de un referéndum de autodeterminación, Marruecos ocupa ilegalmente el Sáhara Occidental desde 1975, obstaculizando el proceso de descolonización de la última colonia de África. El estancamiento del conflicto y el statu quo actual ponen en cuestión la legalidad internacional, promueven la violación de los derechos humanos en los territorios ocupados y fomentan el saqueo de los recursos naturales del pueblo saharaui.

Son más de cuatro décadas de espera, de ellas 28 años en un teórico proceso de paz. Y se agota la paciencia. Brahim Ghali, lo expresó así: «Después de más de veintiocho años desde la firma de aquel acuerdo de alto el fuego entre el Frente Polisario y Marruecos, la ONU ha sido incapaz de lograr el objetivo principal de ese acuerdo, que es organizar un referéndum de autodeterminación donde el pueblo saharaui decida libremente sobre su futuro». (…) “Somos un pueblo pacífico que ha esperado 28 años para una solución pacífica del conflicto”, pero  “las dilaciones marroquíes y el hecho de que el Consejo de Seguridad [de la ONU] no asume sus responsabilidades, nos ha obligado a reflexionar sobre diferentes medios para recuperar nuestros derechos”.

Brahim Gali , secretario general del Frente Polisario y Presidente de la RASD.

El presidente de la RASD afirmó también que el pueblo saharaui no aceptará más demoras en el proceso de  paz y que rechaza la perpetuación de la ocupación marroquí, enfatizando que «el pueblo saharaui está librando una guerra que solo terminará con la liberación de nuestra Patria mediante el uso de todos los medios disponibles en el marco de la legalidad ». Pidió a la comunidad internacional que asuma sus responsabilidades exigiendo la aplicación de la Carta y las resoluciones de Naciones Unidas y haciendo cumplir el derecho a la autodeterminación y la independencia, que son innegociables. Recordó que el Frente Polisario utilizará todos los medios permitidos por el Derecho Internacional para imponer los derechos del pueblo saharaui e instó al Secretario General de la ONU a nombrar urgentemente un nuevo Enviado para completar los esfuerzos de su predecesor -el expresidente alemán Horst Köhler- en el proceso de descolonización de la última colonia en África. Según diversos medios, no se descarta la reanudación de la lucha armada.

El  Congreso  elogió la posición inquebrantable de la Unión Africana (UA) respecto al derecho del pueblo saharaui e instó a esta Organización panafricana a garantizar la aplicación de sus Estatutos, en particular las cláusulas relativas a las fronteras heredadas de la colonización, a presionar  al Reino de Marruecos a cumplir con los principios y objetivos de la Carta  fundacional de la UA y a retirarse de los territorios saharauis ocupados desde 1975.

En relación con la Unión Europea (UE), el Congreso saludó las sucesivas decisiones del Tribunal de Justicia de la Unión  Europea (TJUE) sobre el Sáhara Occidental (diciembre de 2016 y febrero y julio de 2018), apelando a los nuevos dirigentes elegidos por el Congreso a continuar la batalla ante el Tribunal Europeo en defensa de  la soberanía del pueblo saharaui sobre sus recursos naturales.

En su declaración final, el congreso recordó la responsabilidad histórica del gobierno español para con el pueblo saharaui y lamentó el apoyo al ocupante marroquí de ciertos países en el Consejo de Seguridad, Francia en particular, lo que viene retrasando el proceso hacia un referéndum de autodeterminación ; y reiteró el apego del pueblo saharaui a su soberanía sobre todo su territorio nacional, a lo que jamás renunciará.

Brahim Ghali fue reelegido Secretario General del Frente Polisario para los próximos cuatro años, por mayoría absoluta, con más del 86% de los votos, de conformidad con lo dispuesto en los Estatutos del Frente Polisario. También fueron elegidos los 25 miembros (seis de ellos mujeres) del Secretariado Nacional. Todos ellos prestaron juramento al término del Congreso.

La declaración final constituye la hoja de ruta que marcará la orientación política del Frente para el próximo período. Los nuevos dirigentes electos deberán concretar ahora el procedimiento detallado para la ejecución y desarrollo de las recomendaciones de los delegados. Asimismo, deberán emprender las acciones pertinentes para relanzar e impulsar la misión principal para la cual fue creada la MINURSO, el referéndum de autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental; y lograr que sea dotada de todas las prerrogativas de las misiones internacionales de paz de la ONU. A lo largo de los trabajos del Congreso, se insistió reiteradamente en que la MINURSO debía comprometerse en la protección de los derechos humanos en los territorios saharauis ocupados y trabajar para detener el saqueo de los recursos naturales del pueblo saharaui.

El Frente Polisario reafirmó que «nunca será un actor» en una operación que no respete el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y la independencia, pidiendo una vez más que la comunidad internacional asuma sus responsabilidades exigiendo la aplicación de la Carta y las resoluciones pertinentes de la ONU « y evite las pretensiones expansionistas marroquíes y sus consecuencias para  la estabilidad y la paz en la región”.

‘Demasiados retrocesos’
Mientras tanto, y a pesar del silencio del Gobierno español, Marruecos ha continuado invadiendo de pateras con inmigrantes irregulares las costas españolas, en el Mediterráneo y en el Atlántico, con centenares de desembarcos y nuevas tragedias por naufragio. Incumpliendo así, una vez más, los presuntos acuerdos alcanzados con las autoridades españolas y comunitarias para controlar esos flujos migratorios a cambio de dinero de España y la Unión Europea, del silencio sepulcral del Gobierno español sobre las continuas violaciones de derechos humanos en el Sáhara Occidental y del infame apoyo a la pretendida anexión ilegal e ilegítima del territorio saharaui por Marruecos

El Gobierno español permanece callado también cuando el Gobierno marroquí, aprovechando la compleja situación política en España –al igual que hizo Hassan II en el momento de la ‘marcha verde’- extiende unilateralmente su jurisdicción sobre las aguas territoriales de Canarias y trata de apropiarse también de las aguas adyacentes del Sáhara Occidental, en violación del Derecho Internacional. Y mientras los funcionarios españoles se baten el cobre en Bruselas para conseguir de la UE la transferencia a Marruecos de 400 millones de euros “para el control de la inmigración”…, el Gobierno español permanece agazapado a la espera de que el Gobierno marroquí compre a España dos barcos militares por unos 260 millones de euros, operación ésta “solo pendiente de la firma del rey Mohamed VI”…

Hay que recordar que Marruecos dispone de medios suficientes y tecnología adecuada para controlar sus costas internacionalmente reconocidas; y que si no lo hace es para presionar y chantajear al Gobierno español y a la UE. No tiene otra explicación el que abra o cierre la salida de pateras cuando le conviene, para recordarnos “quién manda aquí”, y, al mismo tiempo, mantenga una férrea vigilancia y un desorbitado gasto en el control del Muro militar minado de más de 2.700 Km que atraviesa y divide todo el Sáhara Occidental ilegalmente ocupado. Y “mientras los marroquíes emigran masivamente, Marruecos hace exhibición de lujo Real en el mar (Ignacio Cembrero).

Es obvio que la tarea no es fácil, en absoluto, porque ha habido ya “demasiados retrocesos” -como tituló Santos Juliá su último libro- y demasiadas concesiones al monarca alauita. Pero puede que haya llegado el momento de plantearse una ‘Segunda Conferencia de Berlín’, dado que los migrantes no solo provienen de Marruecos y el Magreb, sino también del África subsahariana. Y ahora que el Sr. Borrell dirige la Política Exterior de la UE, tal vez pudiera hacer un esfuerzo para cambiar el chip e ir asentando esa idea en sus colegas europeos de las potencias que se repartieron África en la Conferencia de 1884-1885. Si en ese entonces fueron ‘capaces’ de sentarse y acordar la división del Continente africano con escuadra, cartabón y tiralíneas, el expolio de sus recursos y el sometimiento de sus poblaciones, no debería haber problemas hoy para llegar a un gran acuerdo conjunto entre la Europa ‘civilizada’ y los países y territorios africanos antaño colonizados, al objeto de reparar en alguna medida los daños perpetrados y contribuir a generar riqueza, democracia, respeto de los derechos humanos y puestos de trabajo en esos países y territorios, de manera que fuera innecesario abandonar en patera el país de origen para morir en la travesía hacia el Continente europeo. Seguramente las reflexiones del profesor Sami Naïr (“Refugiados”, “La humanidad inmigrante”) podrían ser de gran ayuda para esbozar ese ambicioso proyecto pendiente.

Luis Portillo.

También va siendo hora de que el nuevo Gobierno español deje de estar callado y sumiso, y empiece a exigir eficazmente el cumplimiento de la legalidad internacional a su tan cacareado “socio estratégico”. Como señala el digital piensaChile, “la política expansionista de Marruecos es una consecuencia directa del incumplimiento por parte de España de su responsabilidad jurídica e histórica hacia el Sáhara Occidental”. Un Sáhara Occidental independiente, la RASD, amiga de una España que cumpla con sus responsabilidades internacionales, será la mejor garantía de seguridad y tranquilidad para Canarias y sus habitantes. «Hacer más concesiones por parte del gobierno de España solo alentará a Marruecos a persistir en el expansionismo de su aventura colonial” (Mohamad Jadad). Aunque no lo explicitaba el profesor Françesc de Carreras en su reciente artículo “Cataluña y el derecho a la autodeterminación”, hay que decirlo alto y claro, una vez más: Si alguien tiene hoy derecho a la autodeterminación, legal e internacionalmente reconocido –pero sin ejercer aún-, ese alguien es el pueblo saharaui. No es preciso irse tan lejos, Sr. De Carreras, y poner el ejemplo de la Kenia colonial británica, teniendo tan cerca, y tan nuestro, el Sáhara Occidental y el pueblo saharaui, sometidos ilegalmente a la brutal colonización marroquí.

Hace ya sesenta años que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó (el 14 de diciembre de 1960) la ‘Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales’ -Resolución 1514 (XV)-, proclamando que “La sujeción de pueblos a una subyugación, dominación y explotación extranjeras constituye una denegación de los derechos humanos fundamentales, es contraria a la Carta de las Naciones Unidas y compromete la causa de la paz y de la cooperación mundiales”; y reconociendo a esos pueblos el derecho a la libre determinación y a la independencia.

Sería deseable que académicos, historiadores, juristas y otros científicos sociales cumplieran su privilegiado papel con la sociedad,  la Historia y la Justicia promoviendo y defendiendo la justa causa del pueblo saharaui.