¡Basta ya de memeces, de señuelos y de tomarnos el pelo!
Guinea Ecuatorial/España
Reacción (5/2/2020)
Si bien es sabido, consideramos necesario reiterarlo. El 15 de noviembre de 2019, cuatro miembros del MLGEIIIR (Movimiento de Liberación de Guinea Ecuatorial III República), Martín Obiang Ondo, Bienvenido Ndong Ondo, Feliciano Efa Mangue y Julio Obama Mofuman, fueron secuestrados en la capital de Sudán del Sur, uno de los países más convulsos del mundo. También fue secuestrado, Abdelkérim Affatimé Bachar, ciudadano estadounidense, presidente de una alianza de partidos opositores llamada Union National pour un Tchad Libre et Démocratique (UNTLD), opositor a Idriss Deby, militar-Presidente del Chad.
No ha sido el único secuestro, ni mucho menos, ordenado por el dictador guineano, Teodoro Obiang Nguema. Hace unos meses en Togo, fueron también secuestrados, Francisco Micha Obama -conocido por ECO-, y Fulgencio Obiang Esono, el primero refugiado político en España, y el segundo en Italia.
A ciencia cierta no se sabe qué ha sido de ellos. De otros sí, algunos fueron fusilados al amanecer.
La primera noticia sobre el secuestro de los militantes de la asociación MLGEIIIR se publicó aquí, en Espacios Europeos, el 21 de noviembre de 2019. Desde entonces hemos venido informando sobre el macabro suceso. Lo hemos hecho sin aspavientos, sin recrearnos en lo que supuestamente están sufriendo, y sobre los padecimientos de familiares y amigos. Por supuesto, tenemos más información sobre lo que se ha movido y mueve alrededor de ese secuestro, pero no hemos considerado ahondar más de lo necesario para no perjudicar, en primer lugar a los familiares de todos ellos, y en segundo, tratando de buscar el menor resquicio para ayudar a su pronta liberación.
Tras la publicación de la primera noticia del secuestro, hubo silencio. Pasado un tiempo, fueron apareciendo en las redes sociales y en alguna página de internet, informaciones sobre el secuestro, la situación de los secuestrados, nombres de los torturadores y, en algún caso, hasta nombres de destacados españoles que habían jugado, supuestamente, un papel importante en ese secuestro.
Nosotros hemos aportado noticias sobre la intensa actividad de familiares, amigos y compañeros del MLGEIIIR (rueda de prensa, concentraciones, denuncias, envío de cartas, etc.), que han llevado a cabo. Presidente y Segundo Vicepresidente del Gobierno de España, así como Congreso de los Diputados y Senado, Partidos Políticos, Cruz Roja, Amnistía Internacional, Parlamento Europeo, embajadas occidentales acreditadas en Malabo, Vaticano y un largo etcétera, han sido los destinatarios de esas conmovedoras misivas.
El silencio –excepto la Presidenta del Senado- ha sido la tónica general. Y ese silencio lo han tenido varios partidos de la oposición guineana afincados en España. Frente a esa falta de sensibilidad, de solidaridad y responsabilidad de la clase política e institucional española –en menor grado la europea- ha habido numerosos audios, videos y textos denunciando las atrocidades de la dictadura guineana.
Pero un artículo en el diario El País, que recogía los hechos que denunciamos, añadió una información novedosa y esperanzadora para algunos: el embajador español en Malabo, Guillermo Antonio López Mac-Lellan, se había interesado por el estado de los secuestrados, dos de ellos, hay que recordarlo, sirvieron en el Ejército Español (Brigada Paracaidista y la Legión) y tienen nacionalidad española.
Para no dejar dudas en el aire, decir que nadie se ha puesto en contacto con los familiares de los secuestrados para pedirles que hagan todo lo posible por lograr su liberación y retorno a España. Nada se sabe sobre las denuncias que pusieron en Alcalá de Henares y Fuenlabrada (Madrid) las mujeres de dos de los secuestrados. Como ya hemos publicado en otras ocasiones, silencio y silencio.
Pero eso sí, el morbo, la irresponsabilidad y la maledicencia, se dedican últimamente a publicar ciertos rumores sobre la situación física de los detenidos que producen escalofríos. Siembran duda sobre supuestos “colaboradores necesarios” en el secuestro; y otros se dedican a acusar, veladamente, al MLGEIIIR por todo lo divino y humano.
Los hay que aluden al “interés” y “preocupación” de España por saber el estado en el que se encuentran los secuestrados. Disculpan, asimismo, que la diplomacia española no ha conseguido hasta ahora ver a los detenidos debido al mal estado en que se encuentran. Y se quedan tan panchos.
¿Alguien en sus cabales puede dudar que si España o la Unión Europea se proponen visitar a los secuestrados en la cárcel, el gobierno de Guinea Ecuatorial no lo va a permitir? ¿Acaso no hay medios para conseguirlo? ¿Por qué no se aplican las medidas que se imponen a otros países, como embargos, sanciones a empresas, bloqueo de cuentas bancarias, publicar listas de miembros gubernamentales guineanos que no podrán viajar a la UE, etc.?
Dentro de unos días se cumplirán tres meses desde que fueron secuestrados.
¡Basta ya de memeces, de señuelos y de tomarnos el pelo!
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