Los saharauis y el Sáhara Occidental

Sáhara Occidental
Espacios Europeos (7/3/2020)
En 422 páginas; Joaquín Portillo profundiza en la historia del pueblo saharaui, tratando de responder a una serie de interrogantes sobre su procedencia, lengua, costumbres, pueblo colonizado por España y después por Marruecos.  Los saharauis y el Sáhara Occidental es un volumen que hay que leer para tomar conciencia de la situación en la que se encuentra este pueblo que un día fueron ciudadanos españoles.

El pueblo Saharaui tuvo existencia desde tiempos remotos que se remontan en la historia, al igual que tantos otros pueblos de África. Tras la «toma de posesión» oficial (1884) para hacer la presentación colonial en la conferencia de Berlín (1885). Los sucesivos gobiernos de España tuvieron puesta la sordina, cuando no la plena censura, a los asuntos del que entonces llamaron Sahara español y solo permitieron que se hablase públicamente de ello en los tres o cuatro últimos años del franquismo, cuando ya, desde la on u, se había decretado la obligatoria de descolonizar.

Los gobernantes que se sucedieron tras la dictadura franquista, es decir, de la España democrática, parecen dispuestos a continuar con la misma pauta: silencio sobre el Sáhara occidental, sobre lo que sucede con y en el Sáhara occidental y sobre la suerte del maltratado, traicionado y expoliado pueblo Saharaui. Por curiosa que pueda parecer la coincidencia, en ambos casos se da un contexto y una explicación.

Para las élites de la España prefranquista (1884-1931), bajo los síndromes de los sucesivos desastres coloniales, el del 1898 (puerto rico, Cuba, Filipinas) y el de Annual (Marruecos, 1921). Los habitantes del Sáhara occidental nunca tuvieron existencia propiamente dicha, más que para clarificar la siempre compleja relación con Francia. Para los gobiernos del Madrid franquista, tampoco merecieron más que un trato meramente utilitario: carne de cañón en las tropas del general Franco y servidores del colonizador europeo, aunque mal pagados y en su propia tierra.

El mismo vicepresidente franquista, almirante Carrero Blanco, impartiría instrucciones para que se falseara la relación con los Sáhara y, por medio de corruptelas y sobornos, se obtuviera de ellos su desarme total y el control y fiscalización de sus finanzas nacionales.