Espionaje cibernético

España
Espacios Europeos (1/9/2020)
Hace ahora dos días cuando conocimos que teléfono móviles de algunos ministros y altos cargos del Gobierno de Pedro Sánchez habían sido ´jaqueados´. Desde entonces no se ha vuelto a saber nada de este asunto. No es la primera vez ni será la última en que noticias de esta entidad llegan a los medios de comunicación, pero después el silencio es casi siempre la única respuesta.

Desde que se supo de ese ´jaqueo´ -quizás antes- el Departamento de Seguridad Nacional de la Presidencia del Gobierno y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), se hicieron cargo de la investigación para tratar de averiguar qué ha pasado y quién o quiénes han sido los autores de esa “infiltración”.

Según alertó El Confidencial, uno de los ministros afectado por ese ´jaqueo´ ha sido Juan Carlos Campo, ministro de Justicia. Al parecer, su teléfono móvil “quedó bloqueado” tras esa acción.

De acuerdo con la misma fuente, el ´jaqueo´ se produjo después de que los afectados recibieran un mensaje en el que se indicaba que accedieran a una página de internet. Al hacerlo, sus móviles quedaron bloqueados y la información que estaba almacenada en sus aparatos quedó accesible para los ´jaqueadores´.

Se nos hace un tanto híspido y simplón, que ministros y altos cargos gubernamentales caigan en una trampa tan conocida de la que los ciudadanos estamos informado por las fuerzas de seguridad españolas. Se nos hace más comprensible que ese ´jaqueo´ se haya producido, y que al hacerse público las explicaciones dadas han sido las ya conocidas. De esta forma se ha tratado de minimizar la acción de esos delincuentes informáticos sean nacionales o internacionales.

Y como suele ser habitual, el oscurantismo en la Administración española sigue su marcha. Ni el Ministerio de Justicia ni los otros ministerios y altos cargos se han dignado facilitar datos acerca de lo sucedido. Eso sí, la alarma entre los distintos departamentos gubernamentales se ha desatado, pues no se sabe a ciencia cierta desde cuando se ha producido ese ´jaqueo´.

Mucho politiqueo, mucho “tu más que yo” y mucho aferrarse al cargo, pero el caso es que nuestro país da la impresión de tener una clase política –CASTA diría Pablo Iglesias– que está más preocupado por lo “suyo” que por los intereses de la ciudadanía española.