De izquierda a derecha, Eugenio Pordomingo, Oumar Salaou, Jadiya Ali, Cristina Martínez Benítez de Lugo, Jalil Mohamed y Martín Obiang Ondo. Foto de archivo-

Guinea Ecuatorial
Oumar Salaou (2/12/2020)
Faltan pocos días para las Navidades, fechas en las que si nos lo permite la COVID-19, a todos nos gustaría pasarlas con nuestros familiares y amigos. Pero algunos no podemos hacerlo. Y no lo podemos hacer porque nos faltan familiares y amigos a la mesa. Ellos no se  encuentran entre nosotros, y no me refiero a los fallecidos, sino a los que en contra de su voluntad no pueden hacer acto de presencia. Los que faltan, los asuntes, Señor Presidente, son aquellos que han sido secuestrados por el tirano Teodoro Obiang Nguema, presidente de la República de Guinea Ecuatorial.  Para que no haya duda, le expongo sus nombres: Martín Obiang Ondo, Bienvenido Ndong OndoFeliciano Efa Mangue y Julio Obama Mofuman.

En esta misiva le quiero pedir, le pido, que haga lo posible para que estas cuatro personas, dos de ellos residentes en España desde hace varios años (Martín y Bienvenido), y los otros dos (Feliciano y Julio), de nacionalidad española y además ex militares del Ejército Español, pasen las Navidades en compañía de sus familias y amigos en el país donde tenían fijada su residencia, España.

Pero antes, si me lo permite, le quiero exponer la situación de agravio comparativo en la que nos encontramos los guineanos, respecto a su apoyo a los opositores venezolanos, por ejemplo, asistencia, amparo y respaldo que nosotros, los guineanos, no tenemos. Y este malestar que le transmito no es de ahora, puesto que lo venimos padeciendo desde hace décadas.

Desde mi punto de vista, ha sido importante el hecho de Usted haya recibido al Sr. Leopoldo López, uno de los dirigentes más destacados de la oposición venezolana. Es un acto que demuestra el interés que usted, señor Presidente, pone en la libertad y la democracia como motores de los derechos humanos, el bienestar y la democracia.  Este acto merece todo mi respecto.

El hecho de recibir a un dirigente opositor al actual gobierno del Presidente Nicolás Maduro, hubiera tenido una dimensión más elevada si el pueblo guineano, sometido a la brutal dictadura de Teodoro Obiang Nguema, hubiese sido atendido de similar manera que el opositor venezolano al que aludo.

Lamento decirle que una mayoría de guineanos sentimos que el Ejecutivo Español tiene una política de doble rasero en este asunto: a un lado del Océano Atlántico tenemos a Venezuela, pueblo al que se le reconoce el derecho a la Libertad, la Justicia, la Democracia y la Vida, pero al  otro lado del Atlántico está Guinea Ecuatorial, excolonia y exprovincia española.

Los gobiernos españoles siempre han mirado, y miran, para otro lado, cuando se conocen hechos atroces que suceden en Guinea Ecuatorial. El dictador Obiang Nguema Mbasogo, lleva 42 años en el poder, instalado de forma despótica y antidemocrática mediante métodos terroríficos, sin que España y la Unión Europea le hagan el más mínimo reproche o crítica que le pueda molestar.

La dictadura de Obiang Nguema Mbasogo se ha caracterizado por el empleo de métodos, tales como el secuestro, tortura, encarcelamientos ilegales, cuando no fusilamientos, contra los ciudadanos disidentes con su manera de gobernar.

Uno de los hechos más deleznables ha sido el secuestro de cuatro militantes de la asociación Movimiento para la Liberación de Guinea Ecuatorial Tercera República  (MLGEIIIR), llevado a cabo el 15 de Noviembre de 2019 en Juba (Sudán del Sur). Los cuatro (anteriormente mencionados) fueron torturados y juzgado en un juicio militar sin representación letrada. En consecuencia fueron condenados a más de 90 años de cárcel.

Hasta ahora su familia no sabe nada de ellos. ¿Viven? ¿En qué estado físico se encuentran? ¿Dónde están? Son respuestas que desconocemos.

Yo me pregunto, señor Presidente, si ellos, Martín, Bienvenido, Feliciano y Julio no se merecen la intervención del gobierno español para lograr su liberación.

Las numerosas cartas que hemos dirigido a las instituciones españolas se han quedado sin respuesta, dejando a las familias en una situación de incertidumbre y desamparo absoluta.

La dictadura de Obiang Nguema, la más longeva del mundo y la más tolerada y sostenida por la Europa «libre» y «democrática», promotora de los derechos humanos, nos está dando un pésimo ejemplo de humanidad.

Señor Presidente, ¿cuántos secuestros, cuantas torturas, cuantas violaciones de los derechos humanos debe cometer el dictador guineano para que el Gobierno Español se decida a actuar? ¿Cuántos ciudadanos guineanos tienen que morir para que el Ejecutivo español haga algo por nosotros?

La mayoría de los guineanos que viven en España son exiliados, perseguidos por el mismo régimen esclerótico del tirano Obiang Nguema Mbasogo. Los exiliados guineanos no tienen otro sueño más que poder regresar a su país y vivir allí sin ser perseguidos y torturados por sus opiniones políticas.

La esperanza que tenemos los guineanos es que España pueda hacer algo para que podamos regresar a nuestro país sin correr peligro físico. Esperanza que día a día se esfuma.

Señor Presidente del Gobierno de España, seguimos esperando que su gobierno haga lo posible por conseguir que nuestros compatriotas sean liberados, que Usted nos preste la misma atención que presta a los opositores venezolanos, para que los guineanos podamos vivir en libertad en nuestro país.

Desde Madrid

Oumar Salaou Adebayo, Doctor en Medicina y Neurocirujano; miembro de la ejecutiva del MLGEIIIR.