Boris Johnson en el Parlamento.

Reino Unido
Espacios Europeos (27/4/2021)
Dominic Cummings afirma que al líder Tory de falta de «integridad» y «competencia» y que intentó recibir donaciones para la reforma de su apartamento privado.

El que fuera mano derecha del ‘premier’ tiene previsto declarar bajo juramento ante el comité del Parlamento que analiza la gestión del Gobierno sobre la pandemia.

Boris Johnson se ha topado con un temible enemigo. Un especialista en liquidar adversarios. El primer ministro británico está ahora en el punto de mira de alguien que conoce sus secretos, intimidades, trapicheos y puntos débiles. El tenebroso Dominic Cummings retornó el viernes a escena en la política británica, tan abruptamente como había salido el pasado otoño. Quien hasta hace unos meses fue mano derecha del ‘premier’, su principal asesor, el hombre que mandaba en Downing Street más que casi todos los miembros del gobierno juntos, acusó a Johnson de no tener ni «la competencia» ni «la integridad que el país merece” y de haber actuado “quizás ilegalmente”. Cummings dice estar dispuesto a declarar bajo juramento cuando comparezca el próximo 26 de mayo ante un comité del Parlamento que analiza la gestión del Gobierno sobre el covid. Su testimonio puede ser devastador para Johnson.

Arreglos fiscales
La ira fulminante de Cummings se desató cuando tres periódicos nacionales, con información suministrada por la oficina del primer ministro, le acusaron de haber filtrado unos mensajes de texto comprometedores entre Johnson y el industrial billonario James Dyson, famoso fabricante de aspiradores. El empresario, figura destacada en favor del Brexit, que ahora opera sus empresas de tecnología desde Singapur, reclamaba exenciones fiscales para su compañía, cuando al principio de la pandemia le pidieron que fabricara urgentemente respiradores.

El asunto de los impuestos no era un obstáculo, le dijo Johnson desde su móvil. “Yo te lo arreglo”. En otro mensaje le urgía: “¡¡¡Rishi dice que ya está todo arreglado!!! Te necesitamos aquí”. Rishi Sunak, el ministro de Finanzas, declararía poco después en el Parlamento que no habría ventajas fiscales para nadie que contribuyera en la lucha contra el coronavirus.

Cummings ha negado que fuera quién filtró los mensajes. El exconsejero había sido cesado en noviembre tras enfrentarse con la novia de Johnson, Carrie Symonds, quien terminó ganándole el pulso.  «El golpe de Carrie«, decía la portada de la revista Tatler, que aludía a ella como “la mujer más poderosa de Gran Bretaña”. Cummings abandonó la residencia del primer ministro por la puerta principal, ante decenas de cámaras, cargando ostensiblemente una caja de cartón llena de documentos. Ahora parece llegado el momento de empezar a tirar de agenda, notas y mensajes archivados.

Decoración con donaciones políticas
El primer zarpazo lo lanzó el viernes desde su blog. Una de las acusaciones contra Johnson es que éste tenía un plan “poco ético, estúpido y posiblemente ilegal” para que mecenas del Partido Conservador “pagaran secretamente” la decoración y los muebles del apartamento privado de Johnson y Symonds (65.000 euros), tarea a la que ella estaba entregada. Aquello “rompía con todas las reglas existentes respecto a la transparencia”.

Fuente: El Periódico.


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