Cuatro denuncias ante el CAT (Comité Internacional contra la Tortura)

Sáhara Occidental
Espacios Europeos (15/6/2022)
El lunes pasado, como viene siendo habitual, un reducido número de personas se manifestaron frete al Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación para denunciar la situación de los presos políticos encarcelados en mazmorras de Marruecos.

Y, también, como es habitual, Cristina Martínez Benítez de Lugo se ha dirigido en nombre del Movimiento por los Presos Políticos Saharauis al Ministro de AA. EE. En la misiva le dicen a Albares que cuatro presos políticos saharauis “han presentado denuncias ante el Comité contra la Tortura de las Naciones Unidas, como ya lo hablan hecho otros reclusos saharauis anteriormente”. Son: Mohamed Lamine Haddi, Hassan Dah, Mohamed Bani y Abdelmoula EI-Hafidi.

Los tres primeros pertenecen al grupo de Gdeim Izik; el último a los amigos de El Uati, se afirma en la carta.

Mohamed Bani, está condenado a cadena  perpetua, fue detenido el 8 de noviembre de 2010; Mohamed Lamin Haddi, detenido el 23 de noviembre de 2010 y condenado a 25 años; Hassan Oah, cumple condena de 25 años, fue detenido el 5 de diciembre de 2010; y Abdelmoula El Hafidi, detenido el 26 de junio de 2016, fue condenado a 10 años.

Todos ellos denuncian “las condenas basadas en confesiones obtenidas bajo tortura, en violación del derecho internacional y en ausencia de un juicio justo. Y denuncian las torturas a que les siguen sometiendo en prisión a día de hoy”.

 Hay que recordar que “Marruecos ya ha sido condenado por este Comité contra la Tortura en las cuatro ocasiones anteriores en que ha sido demandado por presos políticos saharauis. Y en ningún caso ha suavizado las condiciones de los presos ni aplicado las decisiones del CAT”.

 Por eso resulta paradójico –se afirma en esa carta- que Marruecos haya ´colocado´ a su Embajador ante las Naciones Unidas en Nueva York, Ornar Hilale, en la CTI (Iniciativa contra la Tortura), organismo que busca la erradicación de la tortura.

La carta finaliza así: “Nuestro gobierno también dice que defiende los derechos humanos, pero en el caso del Sáhara Occidental ocupado jamás se ha pronunciado a pesar de las numerosas condenas que recibe Marruecos de organismos internacionales. Y nos desagrada

profundamente la falta de empatía de nuestro gobierno con la injusticia y el sufrimiento a que son sometidos los presos políticos saharauis, cuando, como potencia administradora del territorio del Sáhara Occidental, deberían ser los primeros en acudir en su ayuda”.

Lamentablemente, la presencia de saharauis en estas concentraciones de los lunes, es casi nula, y así lo hemos constatado.