Nigeria
espacioseuropeos.com (26/12/2011)
El radicalismo de ciertos sectores islamistas está causando un reguero de sangre entre los cristianos de Nigeria. Las fiestas de Navidad de este año se han convertido en una auténtica masacre para la comunidad cristiana nigeriana. Una serie de bombas contra varias iglesias cristianas, especialmente en Nochebuena y Navidad, han causado más de 50 muertos y varios centenares de heridos de diversa consideración, aunque la cifra puede ser muy superior.
Las condenas de solidaridad con los cristianos nigerianos emitidas por la ONU y varios gobiernos no han servido absolutamente para nada. Los atentados criminales han continuado en estos días, sin que las autoridades nigerianas hayan demostrado la más mínima eficacia en la contención de los mismos y la detención de los culpables.
El grupo islamista Boko Haram («La educación no islámica es pecado»), ha reivindicado los atentados contra la comunidad cristiana. El más grave de esos atentados ha sido el que tuvo lugar en la Iglesia de Santa Teresa de Madala, cerca de Abuya, donde una potente bomba hizo explosión durante la celebración de la misa de Navidad, causando al menos 29 muertos y varias decenas de heridos.
Poco después, dos explosiones, una en la Iglesia de la Montaña de Fuego y otra en la de los Milagros de Jos en Gadaka causaron más víctimas. La localidad de Damaturu, al noroeste del país, ha sido otro de los lugares donde los radicales islamistas se han cebado contra la comunidad cristiana local. Según fuentes gubernamentales, las fuerzas de seguridad lograron desactivar numerosos artefactos.
Hay que recordar que en el mes de noviembre, otros atentados tuvieron lugar en las localidades de Damaturu y Potiskum, donde el grupo islamista explotó varios artefactos en iglesias, mezquitas y comisarías de Policía, provocando la muerte de al menos 65 personas, según informaciones procedentes de varios medios de comunicación.
Desde el mes de julio de 2010, el número de muertos debido a atentados similares a los de ahora se ha cobrado la vida de 250 personas, la mayoría de ellas pertenecientes a las comunidades cristianas.
Que sepamos, hasta ahora ninguna asociación islamista con sede en Europa ha condenado estos atentados criminales.