Cayetana en el PP, políticamente indeseable
Sin Acritud…
José Luis Heras Celemín (22/11/2021)
La democracia de los partidos es como la independencia del Poder Judicial: un principio que la Constitución consagra y la realidad desmiente. La rigidez de los partidos españoles es hija de la buena voluntad de los hombres de la Transcisión, que quisieron proteger el sistema constitucional de las presiones centrifugas que lo amenazaban. Y amenazan. El problema es que el equilibrio fue erosionándose. Así, donde antes había partidos fuertes, hoy rige una partitocracia. Y donde antes había grupos parlamentarios vigorosos, hoy asoma la grupocracia. Todo el proceso conspira contra el mérito y a favor de la mediocridad. El Congreso se ha convertido en una institución de 350 miembros en la que el protagonismo lo tienen 15. Me cuesta hablar de Teodoro García Egea.