Amado Boudou y Cristina Fernández de Kirchner
Amado Boudou y Cristina Fernández de Kirchner

Argentina
espacioseuropeos (21/2/2015)
La convulsa Argentina no para de darnos sorpresas. La Cámara Federal ha dado cuenta del auto de procesamiento de Amado Boudou, vicepresidente del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner por corrupción pasiva y actividades incompatibles con el cargo que detenta. La causa de ese procesamiento se debe al llamado “caso Ciccone”.

El vicepresidente Boudou está acusado de haber favoreció a la imprenta Ciccone Calcográfica –actualmente se denomina Compañía de Valores Sudamericana– cuando era ministro de
Economía durante el período 2009-2011. Boudou habría “asociado a través de sus prestanombres Alejandro Vandenbroele y José María Núñez Carmona para evitar la quiebra de la empresa en el año 2010” –según informa la Agencia de Noticias MISNA-, consiguiendo que así obtuviera importantes licitaciones públicas, incluyendo, entre otras, la impresión de los billetes de dinero.

Las ganancias obtenidas por ese “negocio” habrían sido empleadas por el vicepresidente argentino en comprar terrenos en barrios de lujo de varias ciudades y “acciones corporativas”, así como para aperturar cuentas bancarias locales y en el extranjero.

Los jueces argentino que llevan el caso, Jorge Ballestero y Eduardo Freiler, rechazaron la petición de anulación que solicitó la defensa del vicepresidente Boudou, confirmando así la sentencia emitida por el magistrado Ariel Lijo.

El “caso Ciccone” arrastra también a algunos testaferros del vicepresidente argentino, además de algunos funcionarios y empresarios de las compañías citadas anteriormente. Por otro lado, este asunto llega en una de las etapas más críticas del gobierno de Fernández de Kirchner después de que la presidenta fuera acusada de “encubrimiento de supuestos responsables iraníes del atentado contra el centro cultural judío en Buenos Aires, la AMIA, que en 1994 mató a 85 personas” –de acuerdo con la misma fuente-, cuyo desenlace último –de momento- ha sido el “suicidio” del fiscal Nisman.