espacioseuropeos.com (16/5/2008)

Mañana, día 17 de mayo, se celebra el Día Mundial de las Telecomunicaciones, envuelto en un mar de denuncias sobre el crecimiento sin control y proliferación caótica de estaciones base de telefonía móvil, sistemas Wi-Fi, Wimax y otras infraestructuras de telecomunicaciones que, según Ecologistas en Acción,  «ha supuesto un aumento significativo de la contaminación electromagnética y el crecimiento de la percepción social del riesgo asociado a estas infraestructuras».

La organización ecologista  demanda una reforma en profundidad de la normativa estatal sobre telecomunicaciones que disminuya la contaminación electromagnética. La legislación estatal, atendiendo más bien a los intereses de la grandes operadoras, no ha resuelto el impacto social y ambiental que causan las redes de telefonía móvil.

 «La movilización social y ecologista ha obligado a algunas Comunidades Autónomas a establecer normativas más preventivas y niveles de exposición al público más restrictivos. Sin embargo -de acuerdo con Ecologistas en Acción-, queda pendiente una directiva europea que sirva como un instrumento real para hacer compatible el desarrollo de la telefonía móvil y las posibles afecciones ambientales y para la salud pública».

El desarrollo de la red de telecomunicaciones ha supuesto una proliferación en el medio rural y urbano de toda una serie de infraestructuras de antenas-estaciones base GSM, DCS y LMDS, dipolos repetidores, antenas de alta ganancia, picocélulas y microantenas, radioenlaces, etc., así como los nuevos sistemas Wi-Fi., según constata esta asociación ecologista.

Por otro lado, la instalación de 55.000 nuevas antenas-estaciones base de telefonía móvil de la red UMTS va a suponer nuevos problemas en su ubicación y un aumento significativo de la contaminación electromagnética a la que estamos sometidos. A este crecimiento, se refiere Ecologistas en Acción, «se está sumando  un cúmulo de irregularidades urbanísticas que afectan a muchas instalaciones de telefonía móvil: carencia de la preceptiva licencia urbanística, vulneración de la altura máxima que determinan las ordenanzas de edificación municipales, incumplimiento de la norma básica española de protección contra incendios (NBE-CPI 96)».

Por todo ello, esta asociación ecologista considera que es necesario «abordar una reforma en profundidad de la Ley General de Telecomunicaciones y de los derechos sobre el espacio radioeléctrico, normativas hechas al dictado de las operadora de telefonía móvil».