espacioseuropeos.com (1/7/2008)
El director del CNI (Centro Nacional de Inteligencia), Alberto Sáiz, ha solicitado comparecer en la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso de los Diputados, con la finalidad de tratar de esclarecer «el montaje orquestado por los servicios secretos contra el que fuera magistrado del Tribunal Constitucional», Rafael García-Calvo. Como era de esperar, la petición ha sido aceptada.
De acuerdo con la noticia que publicamos («La muerte de Roberto García-Calvo, magistrado del Tribunal Constitucional, debe investigarse«), la revista «Época», desveló que el juez García-Calvo fue víctima de un «montaje» del CNI con el fin de «deteriorar su imagen». El reportaje de la revista, firmado por Azahara Mígel e Higinio Mosteiro, «desvela el acoso y descrédito al que fue sometido desde los servicios de inteligencia del Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero el magistrado».
El magistrado Roberto García-Calvo, era sin duda alguna, un «escollo» en el Tribunal Constitucional para los planes del Gobierno. Su adscripción al llamado sector conservador de la magistratura, le situaban en oposición a muchos de los asuntos que tenía que dilucidar el TC, entre ellos el Estatuto de Cataluña.
El supuesto montaje del CNI tuvo lugar cuando una persona, Vicente Garcerán, denunció al magistrado por haberle amenazado con una pistola tras un incidente de tráfico, que el denunciante provocó. A través de la investigación llevada a cabo por la revista «Época», se demuestra que la acusación contra el magistrado está plagada de mentiras. Por ejemplo, que el denunciante no aportó su domicilio ni su verdadera profesión, sino que los cambió.
El 18 de mayo, el magistrado murió repentinamente en su domicilio particular. Desde varios sectores se ha pedido que con urgencia se abra una investigación para tratar de aclarar todo lo relacionado con ese «incidente», así como llevar a cabo una autopsia del cadáver del magistrado.
Cuando fue llamado a declarar ante el juez que investigaba la causa, Vicente Garcerán se retractó de todo lo que había alegado en la comisaría de policía en la que interpuso la denuncia contra García-Calvo.