Eugenio Pordomingo (18/8/2008)
El ex Presidente de la Comunidad de Madrid, el socialista Joaquín Leguina Herrán, se despide en su bloq hasta el mes de septiembre, no sin antes brindarnos algunas jugosas perlas. Me despido -dice Leguina– «hasta el mes de septiembre de los visitantes de este blog mediante esta nota, y quiero hacerlo con una reflexión acerca de mis escritos críticos con el nuevo PSOE que dirige Rodríguez Zapatero«.
Lo hago -continúa el autor del bloq- «no sólo para defenderme de los forofos que se dedican a propalar -desde el seno de mi propio Partido- insultos e infamias sobre mi persona, que van desde «franquista» hasta «enfermo de Alzheimer», también lo hago para distanciarme de quienes quieren usarme como ariete contra el PSOE».
A Rodríguez Zapatero le acusa de sacar «del baile interno (no hablo de las listas electorales) a toda una generación de socialistas a la que pertenezco», y de cometer
«abundantes decisiones estratégicas erróneas y peligrosas, como fue la de abrir el melón territorial», así como algunas «ocurrencias, algunas carísimas, como la de los 2.500 euros por cada niño nacido o las opas fallidas impulsadas desde el Gabinete Económico de la Presidencia…»
Dice Leguina que se niega a admitir a los «partidos nacionalistas periféricos (todos ellos independentistas) puedan ser considerados de izquierda y que criticarlos sea una actitud de derechas».
Le molestan, también, a Leguina «los aplausos que te dedican los «aprovechateguis» de la acera de enfrente, los de UPD (Rosa Díez), que utilizan mis escritos como si fueran suyos, los de El Imparcial e incluso los de El Mundo, que acaban de publicar un artículo con mi firma y sin mi autorización».
Pues bien, señor Leguina, nosotros ni le jaleamos ni hacemos nuestros sus escritos. No obstante, si queremos recordarle algunas «miguitas» que nos dejó su paso por la Comunidad de Madrid. Por ejemplo, desconocemos el origen de la bandera (fondo rojo con siete estrellas blancas) de la bandera de nuestra Comunidad; también desconocemos, y queremos saber, acerca del himno madrileño (música y letra) que durante su mandato se nos endilgó a los madrileños. Asimismo, nos gustaría saber la cantidad que cobraron sus autores o autor, entre ellos Agustín García Calvo. Himno y canción que el 99´99 por ciento desconoce.
Lea lo que dice a este respecto Iñaki Anasagasti en su bloq: «Comunidad de Madrid que no existía como aspiración en los años ochenta y que el entonces presidente Calvo Sotelo propició con los socialistas para ir aguando las demandas de autogobierno de vascos y catalanes«. Y más: «¿La capital de España una autonomía? ¡Por favor! Era la exclamación mayoritaria de los madrileños aquellos años ochenta. Madrid ya tenía sus funcionarios, sus ministerios, sus museos, sus empresas estatales, sus embajadas, sus ferias de muestras y suficiente financiación con todo ello para ir a demandar esa vulgaridad autonómica».
A Anasagasti había que decirle que Madrid tiene otras muchas cosas. Pero que vaya a la biblioteca, o a Salamanca, que le vendrá muy bien.
Por lo que se refiere a Madrid, a la Comunidad que usted, señor Leguina, gobernó durante muchos años, Anasagasti ilustra así aquellos días: «De hecho los castellanos les dijeron a los madrileños en Toledo que se buscaran la vida por su cuenta pues si Madrid formaba parte de Castilla les iba a aguar su pequeño poder y allí se fueron los Barranco y los Leguina a improvisar una Autonomía y a encargar un himno tipo Chiki-chiki y una bandera que parecía diseñada por Ho Chi Minh. Pasado el tiempo ya son un pueblo y una nación en si mismos y una plataforma de poder fantástica para el PP y para las peleas entre Gallardón y Esperanza Aguirre«.
No estaría de más, que un día se hablase alto y claro, de lo que aconteció en aquellos aciagos días en los que usted, señor Leguina, se defendía de las embestidas, mandil y escuadra en mano, de Mario Conde; de los aires opusmovimientistas de Adolfo Suárez; y de Rodríguez Sahagún, ya tocado por el maldito virus del SIDA. Sin olvidarnos de las ambiciones de Alberto Ruiz-Gallardón, que entre paracaidismo, yegua y motocicleta, le quedaba y queda tiempo para ir labrando su camino, como el ácaro, arador de la sarna, siembra sus surcos en el cuerpo humano.
Al ex presidente de la Comunidad de Madrid hay que recordarle que Zapatero no ha sacado a toda una generación del «baile interno», y para probarlo ahí están por ejemplo los diputados nacionales Alfonso Guerra y Francisco Miguel Fernández Marugán, entre otros; por no acudir al Parlamento Europeo, donde anidan otros tantos de la época. Y otros muchos en Ferraz y aledaños…
A usted, Leguina, le tocó la bolita, pero a otros no…