espacioseuropeos.com (17/8/2008)
El Senado de Estados Unidos ha descartado penalizar a la petrolera estadounidense Chevron por mantener «relaciones estrechas» con la Junta Militar de Birmana. El pasado mes, el Senado aprobó nuevas sanciones comerciales contra Birmania, pero como era de esperar, excluyó emitir cualquier juicio o disposición que pudiera perjudicar a Chevron.

 Varias asociaciones de derechos humanos habían presionado a la multinacional petrolera para que pusiera fin a sus relaciones con la junta. En concreto, la  Alianza Democrática Birmana Estadounidense, manifestó que «A menos que Chevron se retire de allí, Estados Unidos no tiene autoridad moral para decirle a otros países que se retiren».

 Pero el negocio es el negocio, y el petróleo aunque sea mezclado con sangre sirve. Quizás, incluso, aporte más energía. Y en esa línea de pensamiento, la senadora californiana, Dianne Feinstein, fue una firme defensora de no imponer sanciones a Chevron. Según ella, debido a que si las empresas estadounidenses abandonan Birmania, «de todos modos otras empresas tomarían su lugar.