Internacional
Enrique Oliva (3/11/2009)angela-merkel
¿Gobernará Ángela  Merkel en coalición con ultraliberales?
Las elecciones legislativas de septiembre no acordaron a Ángela Merkel los resultados «resonantes» que anticiparon muy equivocados la generalidad de los encuestadores. Tampoco es cómoda sino de perspectivas conflictivas la coalición lograda para gobernar. El conservador cotidiano Die Welt destaca que «las uniones cristianas (el partido de la Canciller) con el 33 % de votos, obtuvieron la peor perfomance desde 1949». Spiegel dice que «le será muy difícil mantener sus promesas». Spiegel Online sostiene que «Ángela Merkel ha salvado su puesto, pero el precio que deberá pagar su partido es elevado». El influyente Frankfurter Allgemeine Zeitung asegura que «el triunfo tiene sus zonas de sombra» y da una pesada lista de observaciones y dudas.

Calificados economistas no ven viables las primeras medidas anunciadas por la coalición. Estas consisten en bajar impuestos, aumentar beneficios sociales y disminuir el alto déficit (1.600 millones de euros) confiando solo en un no bien explicado desarrollo económico.

El Partido Social Demócrata, el socio cogobernante con Merkel en los últimos 4 años, obtuvo en los comicios legislativos solo un 23 % de sufragios. Fue la peor elección de toda su historia. Pero ella ha concretado una difícil alianza con el FDP (quince días de arduas discusiones para lograr un entendimiento) cuyo líder el ultraortodoxo liberal Guido Westerwelle obtuvo la mejor elección de su partido en 60 años, con solo el 14,6 % de los sufragios. Con ese porcentaje ha recibido un poder desproporcionado: ya es vicecanciller y tiene a su cargo el ministerio de relaciones exteriores, mientras uno de sus seguidores es ministro de hacienda. Para alcanzar  Merkel el 51 % de las bancas para ser designada, ha debido aceptar un segundo aliado, acordándole también pesadas concesiones. Se trata de Karl-Theodor zu Guttenberg, quien encabeza el CSU, una rama independiente de cristianos bávaros. Deutsche Welle, dice que tanto Westerwelle «el rey de los liberales» como Guttemberg, «el muchacho de los cristianos sociales, son dos yuppies políticos tremendamente ambiciosos», adelantando que sostienen profundas diferencias entre ambos, enfrentados en sus respectivas carreras en ascenso…

Europa no oculta su desconcierto
El costo financiero de los cambios económicos alemanes está entre los principales interrogantes, a lo que adhiere Le Figaro de Paris. El diario Algemeen Dagblad de Amsterdam (Holanda) no se explica de dónde saldrán los 24.000 millones de euros de rebajas fiscales y aumentos a ayudas familiares. Y sugiere: «un sabueso deberá mantener el presupuesto en los límites  razonables».

No es casual que Merkel, en esta nueva etapa, haya hecho su primera salida al exterior visitando por unas horas al presidente Nicolás Sarkozy. Políticos y medios franceses temen serias consecuencias al ver que la principal economía europea gira bruscamente al extremo liberal cuando el viejo mundo está tomando medidas proteccionistas y encara nacionalizaciones, tal como lo hiciera ella pocos meses atrás al empezar la presente crisis. Sin embargo, los trascendidos de esa cumbre hablan solo de un acuerdo concreto para apoyar la designación de un representante de un país chico al frente del ente europeo. ¿Nada más? se preguntan los medios.

Hoy martes, Ángela Merkel estará en Washington y hablará en el Capitolio, un honor que muy pocos gobernantes extranjeros han alcanzado. Este homenaje seenrique-olivará el primero para un canciller alemán. Es cierto que en mayo de 1957, Konrad Adenauer habló en el Congreso, pero no en reunión plenaria como será en este caso.

Europa se pregunta ¿qué se tratará en esta cumbre? ¿Cuál será en adelante el rol de Inglaterra?, hasta ahora el principal interlocutor del viejo mundo con la Casa Blanca. Sin lugar a dudas se hablará de la participación de Alemania en el conflictivo tema Afganistán. No será fácil. Una de las razones de pérdidas de votos de Merkel en las últimas elecciones parlamentarias es el disgusto del pueblo germano por el creciente envío de soldados a ese país. Cuando Barack Obama habla de una mayor implicación de Berlín en esta cuestión, se referiría a un aporte para el costo de la reconstrucción. El germano Tagesspiegel recuerda: «Afganistán será una dura prueba para el gobierno federal. Los talibanes están literalmente a un paso del contingente militar alemán».

El bochornoso escándalo de los supuestos arreglos financieros de las fuerzas italianas con los talibanes repercutió negativamente en Europa. Sarkozy proclamó su indignación afirmando que «no irá un solo soldado francés más a Afganistán».

La situación se agrava y complica por momentos sin visualizarse salida del túnel, tanto en Irak, como en Afganistán y Pakistán. Estos tres países bajo bombardeos y atentados cotidianos poseen en conjunto poco menos habitantes que Estados Unidos, y con el 98 % de islámicos. Octubre ha sido el mes más sangriento por acciones suicidas terroristas desde el comienzo de los conflictos, hace 8 años. Noviembre empezó muy violento y no promete nada bueno. ¿Quién duda que la situación genera día a día más talibanes? O ¿no?