España
A. D. (2/2/2011)
A pesar de la ingeniería de los números, Zapatero y su cohorte de incapaces, no pueden ocultar el desastre de la destrucción de empleo en España. Por más papelitos que firmen los llamados agentes sociales (sindicatos patronales y de liberados sindicales), todo parece indicar que ni un milagro nos salva de un grave conflicto social. De seguir así, Túnez y Egipto pasarán a la historia, debido a lo que puede acontecer en nuestro país. Llevamos tiempo avisando de un conflicto en ciernes; llevamos tiempo proponiendo medidas urgentes; llevamos tiempo denunciando las desigualdades sociales existentes y la ausencia de valores democráticos en la clase política española.
Hoy, los servicios públicos de empleo (INEM) han confirmado lo que todos temíamos, que 130.930 personas se han sumado en el mes de enero a la lista de desempleados. El INEM cifra el número de desempleados en 4.231.003 millones, aunque en esa cifra no aparecen los parados que están realizando cursos de formación. Ese aumento equivale porcentualmente a un 3,2 por ciento más respecto al mes de diciembre. El área de servicios se lleva la peor parte en el número de desempleados, con un 80 por ciento, seguido del colectivo ´sin empleo anterior´, la industria, la construcción y la agricultura.
Para alivio de nuestros dirigentes políticos y patronales (incluidos banqueros), Ángela Merkel llega mañana a Madrid a tratar de enderezar los asuntos económicos. Bajo su axila derecha porta la carpeta de «¡Vente pa Alemania, Pepe!», en la que se encuentra un millón de ofertas de trabajo para licenciados españoles.
¡Qué pena, Señor! Y lo peor es que los que van a venir, tras las elecciones de mayo, son de la misma camada.