Golfo Pérsico/España
espacioseuropeos.com (1/8/2011)director-del-cni-felix-sanz-roldan
El diario El País publica hoy una noticia, firmada por Ignacio Cembrero, que afirma que el CNI (Centro Nacional de Inteligencia) alerta de fondos que llegan desde seis Estados musulmanes a radicales islamistas afincados en España.

«Seis países con mayoría de población musulmana (Arabia Saudí, Kuwait, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Libia y, sobre todo, Marruecos) financian a las comunidades islámicas de España, a veces con el fin de controlarlas», afirma Cembrero.

Esos fondos «caen con frecuencia en manos de organizaciones radicales o de individuos sin escrúpulos», afirma el diario El País,  pero lo cierto es que el dinero llega al que es objeto del envió.

El artículo alude a un informe secreto, fechado el 16 de mayo, y enviado por el director del CNI, el general Félix Sanz Roldán, «a los ministros de Asuntos Exteriores, Interior y Defensa«. El informe analiza «con alarma la financiación y las ayudas a los musulmanes que residen en España, que suman ya 1,2 millones de personas».

Uno de los párrafos de ese informe afirma los siguiente, según la fuente aludida: «Las consecuencias de la financiación derivan en actitudes negativas para la convivencia, tales como la aparición de guetos y sociedades paralelas, tribunales y policías islámicas paralelas, desescolarización de niñas, matrimonios forzados, etcétera».

El artículo de Cembrero menciona que «Tras recibir el documento, el Gobierno español trató de convencer a los países emisores para que canalizaran sus ayudas a través de sistemas con mayor control».

Nos extraña ese alarmismo del CNI, cuando es el mismo Gobierno de España el que se encarga de financiar, subvencionar y proteger a esas comunidades islámicas. Por ejemplo, subvencionado páginas de Internet (webislam, y otras), insertando publicidad institucional (Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, AECI, etc.), o concesión de numerosas, lujosas e históricas edificaciones, como por ejemplo, las Escuelas Aguirre de Madrid, donde se ubica la Casa Árabe;  además de importantes ayudas económicas a Marruecos, incluso en detrimento de los intereses españoles.

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