España
Manuel Funes Robert (2/10/2012)el-rey-y-artur-mas
Y lo hace por el mero hecho de convocar el referéndum. No ha dicho que sea independiente, pero actúa como si ya lo fuera. Y es que al preguntarle a los catalanes si quieren o no formar parte de España, admite de facto que son independientes puesto que pueden decir si o no. Complace ver la respuesta del gobierno en el sentido que dispone de armas legales para impedirlo y proclamar que está dispuesto a emplearlas. Las armas a las que se refieren son el artículo 155 de la Constitución que permite suspender las autonomías y si hubiera resistencia dispone del ocho de la carta magna que manda garantizar la soberanía independencia e integridad territorial de lo que España era al proclamarse la Constitución en 1978.

Y donde no lleguen estos dos preceptos  llega un principio general de derecho convertido en artículo en el Código Civil cuando regula los contratos civiles: que donde hay  entre dos partes entrecruce de derechos y obligaciones está prohibido dejar al arbitrio de una de las partes el alcance y validez de las cláusulas. Y así, en la situación actual, los catalanes tienen también derecho a considerarse españoles y los españoles a sentirse catalanes. Por tanto uno no puede declararse independiente de otro porque priva de derechos a ese otro.

Con lo cual resulta que aunque no hubiera nada en la máxima norma referente al tema, por un principio general del derecho, la convocatoria es nula.

Otro tema importante de la semana: el nuevo presupuesto, cuya esencia es más ajuste, como si no fueran suficiente todos los anteriores para comprobar que son contraproducentes, y que son los que crean más crisis. El gobierno actual que padecemos vive sujeto al mismo error:  su fe ciega en que el bien que busca pasa por agravar el mal que se padece.

Y por ultimo quiero destacar la última agresión del ajuste: la represión violenta de la policía contra los manifestantes en la plaza de Neptuno. A las víctimas del empobrecimiento se las castiga y apalea porque se quejan de ello. Parte de las agresiones se han producido en el interior del metro ámbito en el cual no se podía imputar a los apaleados la intención de ocupar el congreso.

La sociedad, ante la injusticia tiene debe emplear un último recurso: la rebelión activa. Y por eso, la Iglesia no ha condenado incondicionalmente la revuelta porque afirma que hay injusticias que solo con el empleo de la fuerza se puedan eliminar.