Averroes y Maimónides
Averroes y Maimónides

Sin Acritud…
Manuel Funes Robert
(26/11/2012)
Hará un año y coincidiendo con alguna de las crisis que enfrentan a palestinos e israelíes cada año, hacíamos mención de Vespasiano y la diáspora judía, la vuelta de los judíos supervivientes del holocausto a Palestina en 1948 y la legitimidad de los judíos para establecerse en aquella tierra y defenderla.

A lo largo del tiempo que va desde la creación del Estado de Israel a la crisis actual, hemos escuchado a no pocos lideres históricos árabes acerca de la aniquilación de Israel, de echarlos al mar, y recientemente al líder iraní Ahmadineyad quien, no olvidemos, no es árabe sino persa, de la destrucción del estado judío.

No es mi intención en este comentario inclinar la balanza o mi razón hacia uno u otro lado, sino recordar en un ejemplo sin par, que cuando las culturas tradicionalmente enfrentadas superan sus diferencias y se unen a un proyecto común el enriquecimiento no solo es mutuo sino que se derrama en derredor de los antagonistas para bien de la Historia y de la humanidad.

En el siglo XII, en la Córdoba de los Omeyas, nació Ibn Rushd, al que conocemos como el erudito Averroes. Médico y filosofo, estudioso y defensor de Aristóteles («Refutación de la refutación»  frente a Al-Ghazali). Su obra cumbre, «Kitab fasl al-maqal», establece la relación entre la religión y la filosofía e influyó en filósofos y teólogos cristianos como Siger de Brabant.

Averroes sufrió censura y fue desterrado a Lucena. Su pensamiento pudo conservarse por las traducciones que del mismo se hicieron al latín y al hebreo.

Quince años después del nacimiento de Averroes, también en Córdoba, nace Moshé ben Maimón, a quien conocemos como Maimónides. Medico, también, y filosofo, como Averroes y educado en el judaísmo, aunque sin duda influyó en su formación la cultura árabe. Su obra cumbre fue la Mishne Torá, compendio de los códigos de comportamiento que incorpora el Talmud.

También en una determinada época sufrió persecución y se trasladó a Almería. En Almería recibe y da cobijo a Averroes, quien acabaría estableciéndose en la culta ciudad de Fez.

En los días actuales y sobre la perspectiva del conflicto que parece eterno que enfrenta a árabes e israelíes, el ejemplo de estos dos grandes pensadores, nacidos en Córdoba, tengo para mí que es necesario recordar cuando esas dos grandes culturas estuvieron unidas gracias a ellos.