Chile
Pedro Godoy P. (22/3/2014)
Es un anhelo antiquísimo. De fines del XIX se registran esfuerzos por renovarla. Todo ministro del ramo hace su Reforma. De Balmaceda a Piñera hay un siglo de tanteos destinados a modificar el sistema escolar. Al final todo queda igual.
Siempre se trata de innovaciones de forma y no de fondo. A menudo cambio de denominación de tramos y de asignaturas. Se ‘reestuca’ el edificio o, lo que es más frecuente, se maquilla. No obstante, continúa siendo el mismo. La primaria ahora es básica. La secundaria, media.
Siempre hay un modelo foráneo. Alemania a fines del XIX y comienzo del XX, EE UU a mediados de la centuria pasada. España con la Concertación. Hoy se convierte en fetiche Finlandia. Nadie se refiere a la educación asiática. Europa siempre es el modelo a fotocopiar.
Opinan sobre la siempre potencial reforma «expertos» ajenos al quehacer docente, periodistas, «rostros» de la TV, líderes estudiantiles, padres y apoderados. Todos la juzgan en decadencia y exigen innovaciones. Certámenes internacionales como la Prueba PISA demuestran que los asiáticos alcanzan los más altos puntajes. Chile se consuela porque supera a otras repúblicas de nuestra América. El actual mandatario anuncia urbi et orbe una profunda Reforma así también Bachelet en su I presidencia a fin de asfixiar la rebelión «pinguina» monta una supercomisión para estudiar una Reforma. Ahora anuncia no una reforma, sino una revolución. Tirios y troyanos comulgan con una fe supersticiosa en el aula. Se la juzga una piedra filosofal: muta el plomo en oro.
N. de la R.
El autor, el profesor Pedro Godoy P., es miembro del Centro de Estudios Chilenos CEDECh.
Chilenos CEDECh.