Internacional
espacioseuropeos (8/8/2015)
Asia Bibi fue condenada a muerte en Pakistán por declararse cristiana por cometer el sacrilegio de beber agua de una vasija donde también bebían sus compañeras de trabajo, pero ellas eran musulmanas, y Bibi cristiana. El Presidente de Pakistán la indultó debido a las presiones internacionales, pero hasta ahora, desde 2010, sigue encarcelada en unas deplorables condiciones.
La acusación de blasfemar contra Mahoma –simplemente por beber agua donde lo hacían las musulmanas y compararle con Jesús– le supuso la condena en la horca. Bibi sigue en la cárcel pues si sale a la calle lo más seguro es que será asesinada por sus conciudadanos. Las presiones internacionales, especialmente del entonces Papa Benedicto XVI, influyeron de forma especial sobre el gobierno paquistaní.
Otra de las causas, “delitos”, por los que fue condenada Bibi fue por comparar a Jesús con Mahoma; tuvo la oportunidad de salvar su vida y evitar ir a la cárcel si renegaba de su religión, el catolicismo, y hacerse musulmana, pero ella rechazó esa oferta: «Prefiero morir cristiana, que salir de prisión siendo musulmana», declaró.
La insensibilidad del gobierno español de entonces, presidido por José Luís Rodríguez Zapatero, fue patente, ya que no hizo nada por salvar la vida de la joven madre paquistaní.
Ahora el Tribunal Supremo de Pakistán la ha indultado, determinando que se celebre un nuevo juicio. Hay que recordar que Bibi fue condenada sin prestar declaración tras haber sido encausada bajo la ley anti blasfemia que rige en el país asiático.
Asia Bibi ha recibido numerosísimos mensajes de apoyo desde España, que su marido le transmitía cada vez que podía visitarla. Y ahora ella ha podido responder: «No tengo palabras para expresar mi sentimiento de gratitud, sé que estáis conmigo en esta situación crítica que vivo desde hace seis años”.
Varias organizaciones cristianas han estado apoyando su salida de la cárcel. Y a esos apoyos Bibi ha respondido: “Nuestro Dios Todopoderoso está ahí para responder a vuestras oraciones y a todos los esfuerzos que ustedes todavía están haciendo por mí y por mi familia. Estoy muy agradecida porque habéis dado a conocer mi historia a través de la película documental sobre mi caso y por la movilización internacional que habéis desencadenado”.
“Soy inocente y no hice nada malo, nunca quise que mi familia tuviera que pasar por circunstancias tan terribles, especialmente mis hijas menores, Esha y Eisham, que eran tan pequeñas entonces”, afirma en su carta de agradecimiento.
Su mensaje finaliza así: “No tengo palabras, solo puedo expresaros la esperanza de que voy a poder abrazaros pronto para agradeceros mi liberación, muy pronto voy a estar con vosotros, por la gracia del Señor. ¡Qué ganas tengo de sentir de nuevo el sol y el frío y de ver el cielo abierto, las estrellas, la luna!”
Una de las personas que ha destacado en la lucha por la liberación de esta paquistaní es José Cruz León, Párroco de la Ermita de La Navata en Galapagar, que en declaraciones a nuestra redacción nos ha dicho: “Ahora hay que hacer todo lo posible para que Asia Bibi pueda venir a España”.
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