España
Congresoespacioseuropeos (22/5/2016)
La repetición de elecciones, debida a la imposibilidad de los representantes electos en las generales del 20D al poder legislativo (Parlamento) para formar un Ejecutivo (Gobierno), evidencia aspectos muy interesantes del régimen político español que será difícil que ninguno de sus medios difunda y desarrolle.

Inexistencia de separación de poderes entre Ejecutivo y Legislativo e interés de las élites de los partidos políticos en que jamás exista. Que resulte imposible que tengamos un Gobierno que no disponga de mayoría parlamentaria para imponer sus decisiones sin interferencias, algo que ha quedado patente y ellos mismos reconocen sin sonrojarse, resulta muy ilustrativo de la realidad del régimen político que sufrimos. La independencia entre al menos estos dos poderes era tan fácil como haber dejado las Cámaras como resultaron el 20D y convocar elecciones a la presidencia, con lo que las personas podríamos elegir directamente al presidente y su poder sería ligeramente distinto (o no) al mayoritario en el Parlamento, dando lugar a un mayor debate y mejora de las decisiones. Pero a ningún experto a sueldo del poder o trovador de los medios de desinformación le oiremos decir algo tan lógico y sensato… Se quedaría sin trabajo inmediatamente.

El Parlamento no sirve para debatir decisiones que mejoren nuestra convivencia, es un espacio de confrontación entre los candidatos a saquearnos. Llevamos varios años tratando de desmontar la mentira que supone decir que “en el Parlamento se debaten y mejoran las decisiones” (ver la web de Desmontando Mentiras, en tomalaplaza.net).

Este fracaso amplía el alcance, al mostrarnos que tampoco sirve ni mucho menos para que las personas, supuestamente representadas en los parlamentarios, puedan ponerse de acuerdo en absolutamente nada. Los que nos saquean con nuestros votos no están dispuestos a repartir el cofre del tesoro, prefieren tirarlo antes al mar. Como decíamos y seguimos diciendo, qué distintas son estas negociaciones parlamentarias al compararlas con los debates, en los que puede participar cualquiera de nosotros, en una asamblea popular. Entre personas que se representan a sí mismas, el debate es natural, carece de trabas y propicia la libre expresión y el consenso; en él posiblemente muchos, si no todos los asambleados, varíen sus puntos de partida. En el infierno de lealtades y deslealtades, representaciones, favores, deudas, órdenes y adhesiones inquebrantables de los parlamentarios no hay debate, no hay consenso, es imposible, es otra cosa.

Frente a la carísima ineficacia de estos sicarios de las corporaciones financieras que habitan los Parlamentos, incapaces de hacer nada que nos interese a las personas, solo cabe darles de una vez por todas la espalda y organizarnos por nuestra cuenta, entre iguales, como lo estamos haciendo ya, exigiendo de ellos lo único que necesitamos: que nos dejen decidir a nosotros con nuestras herramientas, que las suyas no nos sirven. Ya lo tienen encima de la mesa: la vía Asturiana, una reforma constitucional promovida desde el 15M de Asturias que se encuentra en debate parlamentario y debe ser aprobada cuanto antes. Exigimos una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) sin restricciones y el fin de la prohibición de la iniciativa popular a la reforma constitucional y al referéndum vinculante, entre otras libertades, las herramientas de las asambleas y los movimientos sociales, que los representantes se echen a un lado y dejen de robarnos y de estorbarnos.

¡Todos por una Iniciativa Legislativa Popular sin restricciones!
¡Libertades políticas sin restricciones!

Fuente: madrid15m.