El Rey durante la manifestación junto al presidente del Gobierno, la presidenta del Congreso, el presidente del Senado, el presidente de la Generalitat, la alcaldesa de Barcelona y representantes de distintas asociaciones. Foto Casa Real.

Barcelona (España)
Espacios Europeos (27/8/2017)
Se esperaba que el rey Felipe VI no asistiera a la manifestación convocada con motivo de los atentados en Barcelona y Cambrils, pero allí estuvo, y aguantó el chaparrón. La reina Letizia no le acompañó en ese trago. La manifestación transcurrió entre el cruce de la  Avenida Diagonal con el Paseo de Grácia hasta la Plaza de Catalunya. Datos oficiales, no hubo otros, informan que asistieron medio millón de personas.

Bajo el lema No tinc por (No tengo miedo), los participantes recorrieron el tramo establecido, encabezados por una representación de los Mossos d´Escuadra, Policía Local, Guardia Civil y Policía Nacional, servicios sanitarios, Cruz Roja, Bomberos y otros colectivos, además de comerciantes y ciudadanos que ayudaron a las víctimas en ese fatídico 17 de agosto.

Flanqueado por dos jóvenes (posiblemente islamistas), el rey Felipe VI realizó el recorrido de la manifestación junto al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, el presidente del Senado, Pío García Escudero, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, varios ministros del Ejecutivo, consejeros de la Generalitat de Cataluña, presidentes de Comunidades Autónomas, los líderes del PSOE, Pedro Sánchez; Podemos, Pablo Iglesias; Ciudadanos, Albert Rivera, y los secretarios de UGT y CC. OO., el ex presidente José  Luis Rodríguez Zapatero, María Teresa Fernández de la Vega, Fernando Martínez Maillo y Rafael Hernando, entre otros muchos.

Al finalizar la manifestación, la actriz Rosa María Sardá y la representante de la comunidad musulmana, Míriam Hatibi, leyeron un texto de condena de la masacre y de reafirmación del No tengo miedo. La obra, la personalidad  y el mensaje del poeta Federico García Lorca, el escritor Josep Maria de Sagarra y el compositor Pau Casals, estuvieron presentes.

El rechazo por un sector de los manifestantes (CUP), hacia la figura del rey Felipe VI y del gobierno español, fue más que evidente. Silbidos, abucheos y ´esteladas´ se mezclaron con los aplausos. Más que un acto en contra del terrorismo pareció una reivindicación del 1 de octubre.

Hoy es otro día. Y seguimos enterándonos de las “meteduras de pata”, falta de profesionalidad o manifiesta incapacidad, de aquellos funcionarios de cuerpos policiales que recibieron información acerca de las posibles actividades nada religiosas del imán de Ripoll, Abdelbaky Essaty, de las escuchas telefónicas llevadas a cabo de forma oficial, y que no dieron ningún fruto. Además, iremos conociendo el por qué Marruecos ha impuesto el silencio en la aldea de Tinghaya, lugar de nacimiento de ese imán. En esa localidad, la Gendarmería de Marruecos impide la entrada de periodistas extranjeros para que no recaben información relacionada con  ese imán.  Ese manto de silencio obligado por Marruecos, se extiende también a comentar nada sobre los atentados en Cataluña.

Abdelbaky Essaty  cumplió cuatro años de cárcel en España por tráfico de estupefacientes; tenía una orden de expulsión de nuestro país, que no se llegó a ejecutar porque el juez titular del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Castellón, anuló en marzo de 2015 esa orden por entender que el imán tenía “evidente arraigo laboral y esfuerzos para integrarse”. La Abogacía del estado no recurrió la sentencia.

Curioso es también que la policía belga alertó en marzo del 2016 a un mando de los Mossos sobre el imán de Ripoll, pero no se hizo caso de tal comunicado, fuera oficial u oficioso.

No estaría de más, que tras el sosiego del fin de semana se nos informe sobre lo que verdaderamente aconteció en la casa de Alcanar donde de un simple accidente doméstico de gas se ha pasado a toda una trama terrorista. Y donde, por primera vez, se ha impedido entrar a los Tedax de la Policía Nacional o de la Guardia Civil.

Nosotros trataremos de ir aclarando esas evidencias, dudas o sospechas.