Nicolas Maduro, presidente de Venezuela

Internacional
Espacios Europeos (3/8/2017)
Medios de comunicación internacionales se han hecho eco de las declaraciones -desde la Embajada de Ecuador en Reino Unido. Donde permanece refugiado- de Julian Assange respecto  a la situación de Venezuela. El fundador de WikiLeaks ha propuesto a Nicolás Maduro, Presidente de Venezuela, que tome ejemplo de lo que hizo Arabia Saudí, socio muy importante de Washington en asuntos de política internacional, además de ser uno de los principales compradores de las armas estadounidenses.

En tono irónico, pero con cierto pragmatismo, Assange ha comentado lo siguiente: «No entiendo por qué –el presidente de Venezuela- Nicolás Maduro no se apresura y adopta la Constitución saudita para que el Gobierno de EE.UU. esté contento con él», en clara referencia a la legislación saudita muy cuestionada por muchos países y organismos internacionales, especialmente en lo que se refiere a los Derechos Humanos.

El lunes pasado, Estados Unidos puso en marcha nuevas sanciones contra Venezuela con el seguidismo de España. La Unión Europea, más racional y comedida, recurre al diálogo entre las partes, aunque manifiesta con claridad su oposición al gobierno de Maduro.

Curiosamente, Washington no ha puesto ningún tipo de sanción a las empresas petroleras de Venezuela ni tampoco a sus directivos, lo que muestra claramente cuál es la verdadera intención de Estados Unidos en la crisis venezolana.

Aunque para nadie es un secreto, WikiLeaks nos recuerda cuál es el verdadero interés que persigue Estados Unidos en el país iberoamericano. Y nos muestra un telegrama desclasificado de hace varias décadas, en el que se definían «los intereses básicos de EE.UU. en Venezuela»,  país que cuenta con las mayores reservas de petróleo del mundo. ¿Queda claro?

El interés de Estados Unidos por el petóleo de Venezuela.

De acuerdo con ese telegrama, Washington estaba y está muy interesado en que «Venezuela siguiera suministrando una importante parte de sus importaciones de petróleo y mantuviera una posición moderada y responsable sobre el precio del petróleo en la OPEP».

Las inversiones de Estados Unidos en Venezuela, sólo en negocios relacionados con el petróleo, han ido en aumento. La última de ellas ha sido la realizada por la compañía petrolífera Horizontal Well Drillings, don una inversión de 1.300 millones de dólares destinados a la perforación de unos 200 nuevos pozos y a producción de más de 100.000 barriles, según recoge, entre otros medios, Actualidad RT.