Internacional
Espacios Europeos (14/4/2018)
Las acusaciones contra el presidente de Siria, Bashar al Assad, de haber bombardeado con “agentes químicos” una zona de la ciudad de Duma, parece que se van diluyendo poco a poco.  Las amenazas de Estados Unidos de llevar a cabo una fuerte respuesta con misiles contra Siria e incluso Rusia –apoyada por el Reino Unido y Francia-, quedó en una simple “demora” a causa de la respuesta que dio Moscú de que respondería a los misiles que lanzara Estados Unidos en Siria.

Y ahora tras la dura campaña mediática liderada por Estados Unidos y Reino Unido, Rusia ha pasado a la contraofensiva. El objetivo de esa provocación consiste –según ha declarado el general mayor, Ígor Konashénkov, portavoz del Ministerio de Defensa ruso- en «provocar a EE.UU. para que lance ataques de misiles contra Siria».

De acuerdo con lo publicado por Actualidad.rt,  el Ministerio de Defensa de Rusia “dispone de numerosas pruebas de que el 7 de abril tuvo lugar en la ciudad siria de Duma una provocación planificada con el objetivo de confundir a la comunidad internacional”, en palabras de Konashénkov, pronunciadas durante una rueda de prensa.

Para el portavoz ruso de Defensa, el verdadero objetivo ahora está claro: “provocar a EE.UU. para que lance ataques de misiles contra Siria».

Las acusaciones contra el Reino Unido no son baladíes: «El Ministerio de Defensa ruso también tiene en su disposición otras pruebas que demuestran la participación directa del Reino Unido en la organización de esta provocación en Guta Oriental», subrayó Konashénkov.

El mismo medio da cuenta de que “Los habitantes de Guta han contado en detalle cómo se realizó la puesta en escena, en qué episodios participaron y qué hacían (…) Sabemos con certeza que desde el 3 al 6 de abril, los representantes de los denominados Cascos Blancos estuvieron sometidos a una fuerte presión desde Londres para realizar la provocación planeada lo antes posible».

Al parecer, los Cascos Blancos “fueron informados de que entre las fechas mencionadas, miembros del grupo Yeish al Islam iban a lanzar ataques de artillería contra Damasco, lo que provocaría una reacción de las tropas gubernamentales, y que los Cascos Blancos tenían que aprovecharla para llevar a cabo su provocación”.

El general Konashénkov afirmo lo siguiente: “Hemos podido encontrar a los participantes directos del vídeo con las ‘consecuencias’ del supuesto ataque y conversar con ellos».

Según el portavoz militar ruso, médicos de centros sanitarios de urgencia de la zona afirman que «ninguna de las personas hospitalizadas presentaba síntomas de envenenamiento por sustancias tóxicas». Y para probarlo, el general mayor ha mostrado un video en el que se entrevista a algunas de esas personas que cuentan que “cómo se realizó la puesta en escena, en qué episodios participaron y qué hacían».

«Quiero hacer hincapié en que no se trata de mensajes impersonales en redes sociales o declaraciones de activistas anónimos -comentó el portavoz de Defensa ruso- son personas que fueron participantes directos en estos videos».

Por otro lado, médicos de la zona comentaron que “no han tenido pacientes con síntomas de envenenamiento por sustancias químicas”.

A la vista de estas y otras informaciones, creemos que es de suma importancia que la ONU designe un equipo de investigadores independientes a fin de investigar si todo fue una manipulación organizada desde Londres.