Iñaki Urdangarin.

España
Espacios Europeos (19/6/2018)
Nada más conocerse la sentencia del Supremo sobre el ´caso Noos´, que condena a Iñaki Urdangarin a  5 años y 10 meses de prisión, la Ministra de Justicia, Dolores Delgado, dijo que “la ley es igual para todos”. Pero no hace falta ser un erudito de la historia y de la realidad cotidiana para saber que eso no es así. Nosotros dudamos que el marido de la Infanta Cristina llegue a cumplir íntegramente esa condena. Ya sabemos que los poderosos se mueven bien entre esos asuntos.

Recordemos –un ejemplo- el caso de Rafael Vera, ex Secretario de Estado en la etapa de Felipe González como presidente del Gobierno de España, que debido a la salud de su esposa y la conveniencia de mantener los lazos familiares pudo salir de la cárcel seis días a la semana, y más tarde en ¡libertad total!. A ello se unió la “evolución positiva”, la «buena conducta global»  y el «correcto cumplimiento» de las normas por parte de Vera.

Vera había sido condenado por el Tribunal Supremo a siete años de cárcel y 18 de inhabilitación absoluta por apropiarse de 3,8 millones de euros de la partida de fondos reservados del Ministerio del Interior, entre 1984 y 1993. Asimismo, fue condenado a 10 años de prisión por el secuestro de Segundo Marey –hecho que reivindicó el GAL-, pero ya se sabe… son intocables.

Algunos medios de comunicación nos han estado bombardeando sobre la prisión a la que, supuestamente, iba a ir Urdangarin, lo que había costado el “acondicionamiento”  del centro elegido para  adaptarlo a su personalidad.

Al final, ha sido el penal de Brieva, a 5 kilómetros de Ávila, un centro pequeño para mujeres, sin embargo en más de una ocasión ha estado ocupado por hombres; eso sí, personalidades como el ex Director General de la Guardia Civil (también gobernando Felipe González), Luís Roldán, que fue condenado a 34 años de cárcel por malversación, estafa, cohecho y delito fiscal.

Urdangarin ingreso en Brieva –el centro penitenciario elegido por ´le o quizás asesorado- el lunes de esta semana.

En la actualidad, los inquilinos de ese centro penitenciario son mujeres, excepto él. No podrá tener contacto con las presas y permanecerá sólo en su módulo, que consta de la celda, propiamente dicha, de una sala de estar y un pequeño gimnasio, además de un patio de unos 25 metros cuadrados. A pesar de todo –según Roldán declaró al diario El Mundo-, es la falta de libertad, la soledad, sentirte vigilado en todo momento…

Nuestro vaticinio es que Iñaki Urdangarin no cumplirá esa condena. El tiempo dirá.


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