Los efectos de las bombas inteligentes, (foto archivo).

Internacional
Espacios Europeos (16/9/2018)
Hace unos días, cargado de cinismo, el ministro de Asuntos Exteriores, el “socialista” José Borrell, justificaba la venta de bombas a Arabia Saudí porque son “de precisión” y “no producen daños colaterales”.

Efectivamente, son muy precisas, pero si son dirigidas contra la población civil, como a menudo hace el régimen de Riad, la inocente población no morirá como consecuencia de daños colaterales sino como blanco premeditado de los verdugos, que es peor todavía.

Los aviones de combate de Arabia Saudí han vuelto a arrojar bombas contra Yemen, en esta ocasión el objetivo de las mismas ha sido un depósito del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, que ha sido destruido.

Así informó el portavoz del PMA, Herve Verhoosel. Este aseguró ayer que los trabajadores humanitarios, la infraestructura y el suministro de alimentos fueron atacados en la ciudad portuaria de Al-Hudayda (oeste de Yemen) en los últimos días. Estos ataques ponen en serio peligro programas de asistencia a los residentes de Al-Hudayda, que sufren una ofensiva por parte de Arabia Saudí y sus aliados desde el pasado mes de junio que intenta frenar los combatientes del movimiento popular Ansarolá.

Tras asegurar que el PMA no ha podido utilizar sus camiones para transportar y entregar la comida a los yemeníes, Verhoosel advirtió que la situación de seguridad se está deteriorando rápidamente en Al-Hudayda, amenazando las operaciones de la organización para salvar las vidas de cientos de miles de yemeníes.

“Estamos allí como una parte neutral para ayudar a la población del país. Y, por supuesto, el hambre es uno de los problemas más importantes por el momento. Tenemos que encontrar la manera adecuada de entregar la comida a las personas en el país”, añadió.

Riad y sus aliados bombardean el depósito alimentario de la ONU en un momento en que el presidente del Comité Supremo Revolucionario de Yemen, Muhamad Ali al-Houthi, había advertido de que Riad atacaría a los equipos internacionales de rescate.

Mientras tanto, el Gobierno español sigue vendiendo armas a los asesinos agresores; para los gobernantes españoles es más importante el dinero que les facilita las citadas ventas que la vida de miles de personas.

Fuente: Insurgente.