Internacional
Espacios Europeos (29/6/2019)
Ayer viernes, en Japón, en el inicio del plenario de la cumbre del G20, el Presidente Pedro Sánchez intentó mantener unas palabras con Donald Trump, Presidente de EE. UU., pero éste –no se sabe si en un gestó burlón o en uno autoritario-, le mandó sentarse, indicándole con el dedo índice cual era su sillón. La noticia, e incluso el video, lo ha publicado el digital antena7.
Hasta ahora, los dos presidentes no han tenido un encuentro, ni se espera que lo tengan en esta cumbre, a no ser que los asesores de imagen de Trump se percaten del mal gesto de su jefe y le sugieran que debería subsanarlo.
“El presidente español se ha ido a su sitio con una gran sonrisa en su cara” –afirma la misma fuente-, pero seguro que por dentro estará molesto, en especial en esta etapa en la que intenta por todos los medios ser investido sin problemas en el mes de julio.
Fuentes de Moncloa afirman que en la conversación entre los dos mandatarios, Donald Trump le dijo a Pedro Sánchez que “España le gusta mucho”, pero lo cierto es que no hemos encontrado ninguna evidencia de esas breves palabras. Lo que si se aprecia claramente en el video, es como Trump corta inmediatamente el brevísimo diálogo, indicando a Sánchez el lugar donde debe sentarse, y a continuación se va.
Obediente, Sánchez se sienta y esboza una amplia sonrisa. Al mal tiempo buena cara.
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