Análisis matemático del COVID-19

España
Espacios Europeos (19/4/2020)
Interesante análisis matemático sobre el coronavirus (COVID-19), realizado por Andrés Serrano Paradinas, Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Madrid y Director General en STRUCTURALIA. Nos ha parecido tan interesante que no hemos podido sustraernos a publicarlo íntegramente.

Eso sí, para animarles a su lectura, recogemos  las Conclusiones a las que ha llegado su autor,  Andrés Serrano Paradinas. Y aquí pueden leer con detalle su

Análisis Matemático del COVID-19 en España.

Conclusiones
España, Italia, Francia y USA han sido los primeros países occidentales en recibir el virus por ser los países que más turismo reciben de mundo. De estos, Italia y España son los que llevan una vida social más intensa y el virus se propagó con increíble rapidez. Cuando España tomó las medidas de confinamiento ya era muy tarde. Debería haberlas tomado dos semanas antes, pero es evidente que si a finales de febrero, cuando solo había 3 personas oficiales contagiadas y ninguna muerte, Pedro Sánchez nos hubiera recluido a todos en casa, no habríamos obedecido ni los ciudadanos, ni las empresas.

La clave de cómo se está comportando cada país o cada región es el número de personas contagiadas reales que tenía cada uno en el momento en que se iniciaron las restricciones. Sé que esto parece una obviedad pero es evidente que pocos lo están teniendo en cuenta en sus juicios.

Andrés Serrano Paradinas

Si reaccionas tarde, estás sentenciado matemáticamente. Las distintas regiones tienen el número de respiradores en UCI dimensionado para los picos anuales de gripe en febrero (650 camas de UCI en Madrid). Pero en Madrid habrían hecho falta en esta ola del coronavirus casi diez veces más. Evidentemente en ningún sitio del mundo tienen sus capacidades dimensionadas para 10 veces el pico anual. Sería como construir autopistas de 10 pisos. Muchos de nosotros, el sábado 7 de marzo pensábamos que el “coronavirus” era otra “gripe A”, otra “gripe aviar”. En esa fecha decíamos muchos que, cada tres años, teníamos una alarma de este tipo. Es más, yo personalmente me atreví a vaticinar que el 15 de abril ya nadie hablaría de esto. Aún espero con temor las llamadas de mis amigos para ese día. Es evidente que ni yo, ni prácticamente nadie, éramos conscientes, en aquella fecha en Europa, de lo contagioso y lo mortal que es este virus.

Estoy convencido de que la forma correcta de reaccionar ante esta situación es, trabajando lo más responsablemente posible cada uno, ser generosos y comprensivos con los demás. Asumir que todo el mundo está haciendo todo lo posible. Y, sobre todo, fomentar la unidad de todos y no la división.