Guinea Ecuatorial
Abaha (3/6/2020)
Reparto de dinero entre los partidos políticos “legalizados” por la dictadura guineana, que son –aunque parezca mentira- nada menos que 17. Lo cierto es que la militancia de la mayoría cabe en un taxi, por no decir en una moto. El dinero entregado lo es, según la televisión guineana, para “repartir entre la militancia”, y el que no milite, pues como en España, a fastidiarse.
Con ese reparto de dinero, el régimen del 79, el de Obiang Nguema, trata de conseguir que el mundo aprecie la “democracia” que existe en Guinea Ecuatorial.
El 30 de mayo, el CPDS (Convergencia para la Democracia Social de Guinea Ecuatorial), emitió una nota de prensa en la que afirma que “recibió la cantidad de cinco millones (5.000.000) de francos CFA que el Gobierno entregó a todos los partidos políticos legalizados en el país, con el fin de que cada formación política ayude a sus militantes”.
Dos días antes de esa nota –dicen CPDS- la Comisión Ejecutiva Nacional acordó “donar dicho dinero a una organización de la sociedad civil o institución benéfica encargada de ayudar a los más necesitados del país”, y que “una vez hecha efectiva la donación, se informará a la opinión pública para dar a conocer a la organización beneficiaria”.
Poco creíble resulta esa “donación” y aunque fuera cierta, y se hiciera a una asociación que no tuviera vínculo alguno con el CPDS ni con ninguno de sus miembros, el panorama se ve turbio. Inconcebible que a estas alturas el CPDS haya sido capaz de “poner el cazo” de esa manera tan obscena. Done o no esos cinco millones de CFAS, el CPDS no debería haber caído tan bajo. Ya sabemos que no ha sido la primera vez que se ha acogido a esas “regalías” envenenadas de la dictadura guineana. A punto de finiquitar el régimen político guineano, parece poco inteligente pringarse en semejante acto. ¡Qué tomen nota los verdaderos opositores guineanos!
A navajazos
Los ánimos no están, que se diga, calmados. El pasado día 29 de mayo, la presidenta del Senado, Teresa Efua Asangono, abroncó al primer ministro, Pascual Obama Asue, por las amenazas que éste le lanzó en esa cámara. Efua Asangono esperaba que el Ministro de Sanidad y Bienestar Social, Salomón Nguema Owono, aportara datos sobre la pandemia que asola Guinea Ecuatorial. Pero el “afamado doctor”, especialista en el arte de los instrumentos y utensilios de la cirugía no acudió. En su lugar, con mayor autoridad y poder, Obama Asue se enfrentó a la Presidenta del Senado. Pero la señora Teresa Efua Asangono, con un par, se enfrentó a él. En el video que ofrecemos algo de ese enfrentamiento se puede escuchar y ver.
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Como ya hemos dicho en más de una ocasión, en un país sumamente hermético, es difícil aportar información contrastada. Dijimos, “con las debidas precauciones, informamos sobre el traslado a Francia del Presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema”, que un avión, posiblemente medicalizado, partió de Guinea Ecuatorial a las cuatro de esta madrugada (27 de mayo) rumbo a Francia, pero ahora parece ser que se encuentra en un centro hospitalario de Suiza. En fin, el caso es que el dictador está fuera del país y que su estado es grave.
En consecuencia, el enfrentamiento entre los clanes de la familia Obiang Nguema es sumamente preocupante. Aunque todavía la sangre no ha llegado al río. Unos tratan de ganarse a las Fuerzas Armadas, algo complejo, casi imposible, pues en Guinea Ecuatorial no existe un verdadero Ejército profesional; otros buscan “su” salida poniéndose en contacto con algún grupo opositor afincado en España, tratando de consolidar su modelo de “transición” que no es otro, más que seguir en el machito; y los más, a la espera de los acontecimientos. Algo les une a todos ellos, y es asegurar los bienes conseguidos en tantos años de férrea dictadura. Para ello son capaces, ahora, de pactar con quién sea con tal de de mantener la hucha llena.
Efamba, los estragos del COVID-19
La actuación de la OMS (Organización Mundial de la Salud) es un tanto llamativa, pues parece que se presta a apoyar los datos que ofrece la dictadura, sin la más mínima crítica ni modificación. Pero de ello hablaremos en otra ocasión.
La situación de confinamiento, desorganización y la carencia de medios sanitarios (profesionales, centros hospitalarios y medicamentos), hacen dificultoso conocer la verdadera realidad. Por ejemplo, Bata permanece bajo una fuerte presencia militar, pero quizás la causa no sea debida exclusivamente al COVID-19. La última estrategia montada por la dictadura guineana –pues no hay manera de encontrar otra explicación-, afirma que varios presos “políticos”, confinados en la cárcel de Oveng-Afem (Mongomo) se han escapado e intentan dar un golpe de Estado. Con ese motivo, las fuerzas de seguridad en Bata recibieron estrictas órdenes de disparar contra los sospechosos de esa intentona.
Raro, muy raro. Escapar de la cárcel de Oveng-Asem en Mongomo es casi imposible. Está construida para impedir cualquier tipo de escapatoria, con las más modernas técnicas diseñadas para ello. Más bien -nos dicen conocedores de la “mentalidad” de los que mandan- es que digan eso, que se han escapado, para luego proceder en consecuencia. Es lo que se llama “Ley_de_fugas”. Lo que sí parece confirmarse es que los miembros del MLGEIIIR han sido trasladados a la cárcel de Bata. Pero vayan ustedes a saber…
Ya se sabe que el virus anida tanto en cuerpos humanos ricos como pobres, políticos o no. Y así, hemos tenido conocimiento del grave estado de salud –infectado por el coronavirus- del general y Ministro de Defensa, Victoriano Bibang Nsue Okomo, más conocido como Efamba. Este personaje, que además es hermano de Constancia Mangue, conocida como la primera dama.
La noticia, aparentemente no tiene importancia. Pero sí, sí que la tiene. Y verán porqué. Efamba –desconocemos si vive o no- estuvo involucrado (por ser suaves) en el asesinato de un comerciante francés. Eso le impidió que las autoridades francesas le facilitaran los trámites para ser internado en una clínica gala donde podría ser tratado de la infección viral que padece. Las gestiones diplomáticas no consiguieron el apoyo del gobierno francés, y ahora, que sepamos, se encuentra en un país del norte de África. Desconocemos su estado de salud.
Sobre la carta que el 27 de marzo de este año envió Emilio Casinello, director general del Centro Internacional para la Paz, con sede en Toledo (España) al Ministro de Asuntos Exteriores de Guinea Ecuatorial, Simeón Oyono Esono Angue, hablaremos amplia y descarnadamente