Incapacidad, negligencia, desorganización, insolidaridad y corrupción en Guinea Ecuatorial.

Guinea Ecuatorial
Abaha (13/3/2021)
España ha sido el primer país en enviar ayuda humanitaria a la población guineana. Hasta ahora han llegado a Guinea Ecuatorial dos aviones con equipamiento sanitario, medicinas –más de 2.500 kilos-, además de profesionales de enfermería y médicos, entre ellos varios militares.

La respuesta de España ha sido a petición del dictador Obiang Nguema, que desesperado por la incapacidad, negligencia y desorganización, se vio obligado a emitir un llamamiento internación de ayuda. Con celeridad España puso en marcha a la Oficina de Acción Humanitaria de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Después se sumaron Israel y Francia. Estados Unidos se ha solidarizado con el gobierno guineano, pero desconocemos si hasta ahora ha enviado ayuda material y humana.

Con el pretexto de que sus arcas están vacías –seguro que lo están debido al continuo latrocinio -, el régimen guineano se lanza a pedir ayuda al exterior, pero es incapaz de “aflojarse el bolsillo”. Ya dijimos que Obiang, familia y acólitos, deben proceder sin pausa a aportar cada uno de ellos, al menos un millón de euros, y con ese fondo atender las necesidades de las víctimas y sus familias.

Teodoro Obiang Nguema se ha tenido que tragar su verborrea a base de ataques a España, con que si la colonización, que si Occidente, etc. Todo ello tratando de ocultar su incapacidad. A la hora de la verdad, España –gobierne quien gobierne- está ahí, presente y dispuesta a ayudar. Pero nos produce desazón, malestar, inquina y cabreo, que el Gobierno de España no pida –quizás lo ha hecho, pero sin éxito- la libertad de los cuatro miembros del MLGEIIIR (Movimiento para la Liberación de Guinea Ecuatorial III República) secuestrados en Sudán del Sur, en noviembre de 2019, conducidos a Malabo, torturados, juzgados ilegalmente y condenados a penas cercanas al centenar de años.

Ya vemos como España, atosiga a Venezuela, Cuba, Rusia y, a veces, a China, de acuerdo con los dictados y “sugerencias” de USA. ¿Acaso recibe España presiones de USA para que no presione a Obiang con la liberación de los presos? Pues no, USA no presiona en este caso a España, más bien al contrario. De esto trataremos en otro momento.

Ayuda de España.

¿Qué hacer?
El 7-M, fecha en la que se produjeron varias explosiones en Bata, cuyo epicentro fue el Cuartel Militar de Nkoantoma, ha marcado –aunque sea un tópico decirlo-, un antes y un después. ¿Veremos qué pasa después de este tsunami con el régimen dictatorial impuesto por Teodoro Obiang Nguema y familia? Quizás no pase nada y todo siga igual.

No somos pesimistas, ¡qué va!, de lo contrario no estaríamos en esta dura batalla, pero mucho nos tememos que se pierden energías en ´juegos de salón ´ y el horizonte de lo importante. Y lo importante, por si no queda claro, es acabar con la dictadura e implantar una verdadera democracia que lleve la libertad y la igualdad al sufrido pueblo guineano, y acabe de verdad –no de palabra- con la corrupción sistémica e impune que gobierna en el país.

Esa libertad y democracia debe llevar consigo la liberación de todos los presos políticos (Amnistía de verdad, no la que anuncia el régimen y al día siguiente se desdice), la legalización de todos los partidos políticos que no hayan colaborado ni participado con la dictadura guineana. Un amplio proceso judicial a todos los torturadores, genocidas, corruptos y violadores de los Derechos Humanos; confiscación de todos los bienes mal adquiridos (cuentas bancarias –en Guinea Ecuatorial y el extranjero-, propiedades inmobiliarias, participaciones en sociedades anónimas o estatales, vehículos de alta gama, yates, etc., etc.).

La Sanidad, Educación, Justicia, Fuerzas Armadas, Policía Nacional y Gendarmería deben de ser objeto de atención prioritaria, así como la Administración del Estado.

Pero no es suficiente con decirlo o escribirlo, ni lanzar soflamas (flor de un día) que nos suben la bilirrubina, pero que desaparecen a la jornada siguiente. Hay que trabajar en ello con seriedad, con personas preparadas, sin obviar a los que carezcan de formación académica, pues a veces la luz la suministra una pequeña cerilla.

Hay que ponerse a trabajar en ello de forma inmediata, sin pausa ni descanso, pero de forma organizada, pues otra tragedia como la del 7-M o la COVID pueden acabar con Guinea Ecuatorial.

Para ello, insistimos, hay que constituir un Gobierno de Liberación Nacional que aglutine a los partidos políticos y/o personalidades a título individual, sin rechazos a priori, a no ser que estén seriamente documentados.

A nuestro modesto entender, esto debe ser una prioridad urgente.