El vicepresidente, Teodoro Nguema Obiang,  se pasea rodeado de guardaespaldas bien pertrechados. Foto oficial de GE

Guinea Ecuatorial
Oumar Salaou (24/3/2021)
Han transcurrido más de dos semanas desde la tragedia de las explosiones de Bata, tragedia que ha puesto al descubierto lo que llevamos señalando desde hace tiempo del horrible régimen del tirano Obiang Nguema. Y lo resumo  en una simple frase: falta de consideración del ser humano. Y ahí incluyo, corrupción, dilapidación de los recursos de nuestro país, secuestros, torturas, asesinatos, incapacidad, desorganización y un largo etcétera.

No se sabe cuántas víctimas ha habido exactamente; muchas familias siguen buscando a sus seres queridos, desaparecidos en las explosiones que se produjeron –supuestamente- en el Cuartel Militar de Nkoantoma; no saben nada de ellos; desconocen si están heridos o, por desgracia, son ya cadáveres.

A propósito de las ayudas a los damnificados, decir que es un caos total. El incompetente gobierno guineano está pendiente de lo que se publica en los medios de comunicación  y redes sociales, para que le “indiquen” qué es lo que tiene que hacer.

Lo más llamativo de ese desastre y de la incapacidad manifiesta del gobierno, es el escaso número de países africanos que se han molestado en ayudar al rescate del esclerótico régimen y su dictador, el gran «panafricanista». En realidad, muy pocos países africanos han respondido a la llamada de socorro del tirano, y los que lo han hecho, ha sido para cumplir; nada de simpatía con el dictador.

En los discursos de países como España, Francia y EEUU, que fueron los primeros en acudir en ayuda a la población de Bata, ha prevalecido la máxima de «ayuda directa a la población en situación de emergencia humanitaria«. Declaración hecha porque conocen al régimen y saben cómo actúa. Es decir, que esos países no vinieron en ayuda al horrible régimen guineano, sino a las víctimas de las explosiones de Bata.

Ese es el testimonio de las «muy buenas relaciones» que ese régimen dice mantener con España, Francia y EEUU. Es la imagen que quiere transmitir el tirano, pero que queda al descubierto a pesar de los esfuerzos y los millones de euros que gasta tratando de mostrar a los suyos que está bien visto por la comunidad internacional.

Cabe señalar que en una ocasión el dictador Teodoro Obiang Nguema afirmó que no vive de la comunidad internacional, pero no tardó en llamarla para que acudiera al rescate después de la tragedia del 7M en Bata. Es verdaderamente vergonzoso. Como se dice en estos casos: «los sinvergüenzas no sienten vergüenza».

¿Dónde está la ayuda de los países africanos? Como he comentado anteriormente, el tirano no hace más que resaltar su africanismo, pero eso no le ha servido para que los países africanos acudan en su rescate, en su ayuda. Que no nos engañen más, los países africanos saben el trato que el dictador, familia y camarilla llevan dando durante décadas a la población guineana. Por otro lado, los dirigentes africanos tienen asuntos más importantes que atender, en vez de escuchar las torpezas de un tirano que lo único que le interesa es mantenerse en el poder.

No obstante, pienso que los dirigentes africanos podían haber actuado como España, Francia y EEUU., a ayudar directamente a la población en situación de emergencia humanitaria.

Cierta ayuda ha recibido el dictador a través de países del Golfo Arábigo, su nuevo paraíso de blanqueo, ya que en Europa y EEUU tiene bastantes problemas jurídicos.

Llamativa es la ausencia de Rusia entre los «benefactores» de la tragedia de Bata. Esa ausencia muestra la mentira que el régimen viene predicando acerca de su amistad con Moscú. Un gatito se encuentra escondido bajo la actuación de Putin. A no mucho tardar conoceremos la causa.

Todas las actuaciones del vice-presidente Teodoro Nguema Obiang han sido torpes, precipitadas, propagandistas  y fuera de lugar. Hay una verdadera falta de capacidad que se muestra en esas salidas impulsivas e inoportunas con el único objetivo de la foto y el video, aunque a éste último le tiene pavor.

Obiang Nguema reposa, y medita. Fotografía oficial de GE.

El dictador está ausente, dejando el hueco a su «predilecto» hijo; quizá por estrategia. Pienso que más por saber que las cosas se le escapan de las  manos. Queda la opción de la represión, la que siempre utilizan los regímenes en caída libre. Cuando las armas se han quemado en las explosiones de Bata, el régimen va a reponer su stock, es su bien más precioso. Cuando más se nota el vacío del poder, más represión implementará el régimen.

En estos momentos de vacío de poder, los mismos que se precipitaron en brindar apoyo al pueblo de Guinea Ecuatorial, deberían exigir al régimen la liberación de los presos políticos y de conciencia, y también de los secuestrados, en cumplimiento de las normativas internacionales en lo que se refiere a los derechos humanos.

Vergonzoso es también tener a ciudadanos españoles y residentes en España –que fueron secuestrados, torturados y condenados ilegalmente a penas de casi cien años- y pedir ayuda a España. Algo hay que no funciona en este galimatías de cooperación, geoestrategia e interese lobistas.

¿Frente a todo esto, qué debe hacer la oposición consciente?  Pues, constatar el vacío de poder existente y tomar las riendas para sacar a nuestro país del marasmo en el que se encuentra.

¡Piensen en esto, compañeros!

N. de la R:
Oumar Salaou Adebayo es Doctor en Medicina, neurocirujano, y miembro del MLGEIIIR (Movimiento para la Liberación de Guinea Ecuatorial III República).