España
José Luis Heras Celemín (7/2/2023)
La Fundación Transición Española (FTE) dice que pretende contribuir a fomentar el conocimiento de la Transición Española, conservar, divulgar y defender los valores y principios que la inspiraron. Por otra parte, la Ley 20/2022, de Memoria Democrática (LMD), sancionada por el Rey Felipe VI, tiene por objeto la recuperación, salvaguarda y difusión de la memoria democrática, entendida ésta como conocimiento de la reivindicación y defensa de los valores democráticos y los derechos y libertades fundamentales a lo largo de la historia contemporánea de España.En principio, como el papel en función de cómo se use, lea o entienda, aguanta cualquier cosa, incluso todo, la Fundación FTE y la Ley LMD, tal y como aparecen, escriben y se expresan, no son incompatibles y parece que no tienen, o no debieran tener, roces. Sin embargo, el aviso de conflicto FTE-LMD apareció en el paraninfo del Instituto Internacional de Madrid, cuando el presidente de la FTE, Rafael Arias Salgado, alertó “Si hay cambio electoral le pediremos al nuevo Gobierno que derogue esta ley, (LMD), porque lo único que hace es volver a hacer sangrar heridas que la Transición cerró de una manera ejemplar”. Google y repaso de textos, alguno duro, de lo que dicen la FTE, la Asociación para la defensa de los Valores de la Transición (ADVT) que pudiera ser consonante y lo que manda la LMD, que hoy, como todas las leyes vigentes, hay que cumplir.
No parece casual, que el uno de febrero, Nueva Economía Forum, cediera su tribuna a Rafael Arias Salgado, ministro de la Presidencia y de Administración Territorial con Adolfo Suárez (UCD), catorce años más tarde ministro de Fomento con José María Aznar (PP) y ahora voz de la FTE. Lo presentó Suárez Illana, hijo del presidente Suárez que encauzó el paso de la democracia orgánica (franquista) a la democracia actual, de la ley a la ley.
Suárez Illana intentó matizar las diferencias entre acuerdo entre iguales, hoy posible, y el pacto entre distintos que hizo su padre para hacer la Constitución de 1978. Lo primero destacable: Con
Aria Sado, presentes Martín Villa, Luisa Fernanda Rubi y una parte, medida, del PP. Ausencia, y falta de armonía, de las esferas en las que anida y nidifica la izquierda. En consecuencia: El PP en la FTE sin la izquierda que en su momento con el PCE de Carrillo al frente y con el PSOE del ronzal, hizo la transición. También ausente y no lejos, la ADVT, presidida por Emilio Contreras, con algún socialdemócrata izquierda moderada, en este caso callada.
Para empezar, Arias Salgado, usó una frase de Oega y Gasset, el filósofo: “Esta vez sabemos lo que nos pasa”. Siguió con la entendida ‘Ley de la transición’: No tenía disposición derogatoria. Se legalizó el PCE. Elecciones con ley D’hondt. Ley de Amnistía aceptada por todos. Pactos de La Moncloa. Constitución 1978. Leyes para asentar el Estado, del Poder Judicial, T.C. y del Consejo de Estado. La inquietud llegó con Rodríguez Zapatero, que perdió las elecciones y dio paso a Rajoy. Después Pedro Sánchez, con la LDM en la que se omite la Ley de Amnistía. Hay un proceso en la izquierda que deteriora la transición. Es imprescindible que todos los españoles se movilicen. Hay que intentar restablecer el consenso. Una cosa es el enfrentamiento y otra el Estado con sus instituciones; si no, iremos a una situación de confrontación.
Cedida la palabra a Martín Villa, éste no se anduvo por las ramas: La ley de la Memoria Democrática suprime la transición.
En el turno de preguntas, lo mismo repetido: La LMD debe derogarse porque vulnera lo que había en el debate constituyente. Todo lo que afecta a la Guerra Civil y a la Dictadura dejémoslo para los historiadores. Todo lo que lleve a cuestionar la Transición vulnera el pacto Constitucional. Lo que empezó Rodríguez Zapatero sigue con el pacto del Gobierno actual. No llevar al debate político actual lo ocurrido antes. Es una ley negativa. Debe derogarse en aras de la convivencia. No son necesarios pactos como los de La Moncloa, lo que se necesita es consenso.
Acuciado por el interés, formulé una pregunta por escrito: “El espíritu de la transición parece roto porque la izquierda impone la LMD. Ustedes han pedido a Feijóo que si llega a gobernar derogue esa ley ¿No hay algo más que puedan hacer desde la asociación que preside?”
Rafael Arias Salgado, trató de responder con acierto escaso. Durante todo el acto tomé notas. Las que podrían recoger lo que contestaba el ponente las substituí por el aviso de un compañero en la Mesa de Prensa. Lee. Leí:
Martin Villa tiene 88 años, Rafael Arias Salgado 81, Emilio Contreras 72. Pedro Sánchez 50.
Visto: Fundación Transición Española; Ley Memoria Democrática.
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