España
Francisco José Alonso Rodríguez (17/8/2023)
El radical y acelerado cambio de actitud de España respecto al Sáhara Occidental, ejecutado con opacidad y alevosía por Pedro Sánchez, acaso podría obedecer a circunstancias sobrevenidas derivadas de un chantaje político.
El objeto presumible del chantaje sería el haber infectado el móvil de una persona vinculada familiarmente con el máximo responsable gubernamental español, mediante el programa de software “Pegasus” y haberse infiltrado a través de éste en el soporte presidencial.
La misteriosa carta remitida a Rabat y publicada por el gobierno marroquí marca el súbito cambio de posición de España. El relato-ensayo titulado “EL CAIMÁN”, recientemente publicado por la editorial Caligrama cuyo autor es el escritor Vicente Valero-Costa, narra las vicisitudes del cambio de política de España en relación con el Sáhara Occidental y analiza las causas que lo han motivado.
Un cambio histórico y geopolítico cuyos aspectos más destacados son la subordinación de España a las tesis de Marruecos, el presunto robo de datos sensibles a través del programa ¨Pegasus¨ y la total ausencia de explicaciones de estos sucesos ante los órganos de la soberanía popular española, o sea, el mutismo total.
¿Qué papel juega Estados Unidos en este difuso e inquietante contencioso?
Resulta notable el paralelismo histórico entre este desdichado suceso de rendición de España a los intereses de Marruecos y el desastre de la guerra de Cuba, en 1898, en el que Estados Unidos jugó un papel protagonista.
El relato-ensayo “EL CAIMÁN”, en la línea del autor de bestsellers francés Eric Vuillard, invita, por recomendable, a repasar la historia y rememorar acontecimientos paralelos de imprescindible lectura para discernir hasta qué punto la corrupción y la iniquidad impregnan los circuitos y las decisiones políticas cuando están contaminadas de embustes, cinismo, inmoralidad y ausencia de escrúpulos.
La nueva relación entre España y Marruecos que ha instaurado de modo absolutamente personalista el presidente Sánchez parece tener como objetivo prioritario legitimar de facto la vulneración de los derechos humanos en el Sáhara Occidental y la represión indiscriminada que allí ejerce la monarquía alauita con la consecuencia de la desaparición de 445 ciudadanos saharauis de la que nadie se hace responsable.
Como señalábamos en el artículo publicado la pasada semana, desde la Liga Española Pro Derechos Humanos tenemos que lamentar y condenar la actitud oscurantista que ha mostrado sobre el tema del Sáhara Occidental el presidente de Gobierno en funciones Pedro Sánchez, sin dar una explicación clara y concreta de sus decisiones políticas ni de los motivos por los que ha elegido Marruecos para pasar sus vacaciones, en un gesto reincidente y recalcitrante.
La decisión del lugar de vacaciones es un asunto personal, por supuesto, pero en este caso y con los antecedentes que existen tiene un alto significado político ya que reitera su apoyo y compromete a España dando soporte a la ilegal ocupación marroquí del Sáhara Occidental, vulnera los legítimos derechos del pueblo saharaui reconocidos por las Naciones Unidas y avala con su presencia el expolio de las riquezas llevado a cabo en el Sáhara Occidental por el régimen marroquí.
La decisión unilateral de Pedro Sánchez de reconocer la soberanía marroquí en el Sahara Occidental, es una vulneración de la legalidad internacional, una subordinación a las tesis del vecino del sur, y un apoyo explícito del régimen de violencia y de terror que impone el Gobierno de Marruecos en los territorios del Sáhara Occidental sobre la población saharaui. España es directamente responsable al ser la Potencia Administradora del Territorio.
El hecho gravísimo de que el presidente del Gobierno español y otros ministros fueran objeto de espionaje por el programa “Pegasus”, según el dictamen de todos los analistas, tanto nacionales como internacionales y en el que pudiera estar involucrado el Gobierno de Marruecos, convierte a las vacaciones en territorio marroquí en un entreguismo inaceptable, un insulto al pueblo español y un deseo de blanquear la dictadura medieval que representa la monarquía marroquí, por no decir el desprecio al pueblo saharaui y a Argelia.
Los 3.000 niños saharauis que pasan este verano sus vacaciones en España podrán contar este año a sus familias, a su regreso al exilio del desierto de Tinduf quién es Pedro Sánchez, el presidente que dice ser socialista, que veranea de lujo, lo pague quien lo pague, en un país que conculca los Derechos Humanos y oprime al pueblo saharaui con la ocupación militar de su territorio.
Lo más grave de todo esto es que los millones de socialistas españoles, que siempre han estado al lado del pueblo saharaui permanecen callados o mirando para otro lado.
El relato-ensayo de “EL CAIMÁN” plantea algunas incógnitas que tal vez desvelarían las causas de ese inquietante y temerario giro de timón. Un giro de timón inopinado respecto a un tema candente que afecta a los equilibrios de la geopolítica en la región y que acarrea gravísimas repercusiones en el statu quo internacional y en el ámbito de los derechos humanos.
N. de la R:
El autor, de este artículo, Francisco José Alonso Rodríguez, es Politologo-Sociologo, Presidente de laa Liga Española Pro Derechos Humanos. Centro de Estudios Manuel Azaña y Centro de Estudios Ateneos.
Fuente:
Liga Pro Derechos Humanos.
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