Sin Acritud…
A.L. Martín (29/8/2023)
Existen muchas recetas de cócteles que se pueden hacer en casa para festejar, como divertimento o como remedio contra el “spleen” o esplín en buen castellano. La palabra viene del griego y significa bazo. Es decir, es de su bilis negra de donde procede esa melancolía sin causa definida y angustiosa.
Este esplín se relaciona con el dandismo de antaño que ahora se actualiza y adapta a estos tiempos. Sigue siendo esencialmente burgués.
Se viven tiempos de gran confusión, las viejas ideas están enfermas, están desmejoradas. Aparece la melancolía en algunos. De forma natural. Audaces y creyéndoselo comienzan a elaborar pretendidas ideas originales, exclusivas. No es posible el inicio desde o.
Los hombros de gigantes siguen estando ahí, sujetándonos.
El cóctel se impone. Tomo de aquí, tomo de allí. Disipo el esplín sin reconocer la mente impotente, la no originalidad y me lanzo al pragmatismo.
En el fondo sabe que esto es pueril. El dandi actualizado enmascara su simpleza y adquiere el disfraz del genial intelectual. Las redes son las mejores aliadas. El dandi del cóctel, mezcla sin rubor: marxismo con fascismo; anarquismo con liberalismo; liberalismo con fascismo; socialdemocracia liberal…
Parece que el liberalismo es ingrediente casi básico. Pero en realidad, todo ello obedece a una cuestión tan sencilla como la aritmética (permutaciones, variaciones y combinaciones).