Mi Columna
Eugenio Pordomingo (14/8/2024)
A la chita callando, con sigilo, nocturnidad y alevosía, el Gobierno de España (PSOE- Sumar) ha enviado buques de guerra al Mediterráneo Oriental para apoyar a Estados Unidos e Israel. Que yo sepa, esta decisión no ha sido tratada en Consejo de Ministros ni se ha dado cuenta al Congreso de los Diputados y Senado. ¡Obediencia y subordinación, carajo!

La noticia suministrada por Irán, viene acompañada de un video en el que se muestra la presencia de barcos de guerra de Estados Unidos, pero también de España. En concreto, del Portahelicópteros Español Juan Carlos I, buque insignia de la Armada Española.

Los medios de comunicación hemos tenido conocimiento de la llegada al Estrecho de Ormuz de buques estadounidenses (un dique de transporte anfibio, un buque de asalto anfibio, portaaviones y un submarino nuclear), y el portahelicópteros español Juan Carlos I. El objetivo, obviamente, no es diplomático, sino militar: apoyar a Estados Unidos en su política con Israel.

Esta operación que se inicia, qué duda cabe, la lidera Estados Unidos. Y sus consecuencias pueden ser funestas para la humanidad. Y al parecer, nadie se da cuenta de esa gravedad.

La tensión entre Irán e Israel va en aumento, especialmente después del asesinato en Teherán del líder político de Hamás, Ismail Haniya. No hay duda de que la autoría es de Israel, aunque oficialmente no lo haya reconocido. Silencio, qué más da, no es la primera vez ni será la última.

Pero cuidado, China entró ayer en esa liza, condenado de forma enérgica ese asesinato, que lo considera como una «grave violación» de la soberanía y seguridad del país persa, a la vez que reafirmó su apoyo al pueblo palestino y la legítima lucha que mantiene por sus derechos e intereses nacionales.

La promesa de represalias por parte de Irán de vengar la muerte de Haniya, preocupa en Washington y en las cancillerías occidentales. Pero debería preocupar, y mucho, a los ciudadanos del mundo. El caso de la Unión Europea, es muy singular, harina de otro costal, pues la ciudadanía de esta zona esta aletargada, gélida –a pesar de la canícula que estamos pasando-, como si a ella no le afectaran estas cosas. Y es que ya no nos queda ni una vela del Siglo de las Luces; la Ilustración ha desaparecido de nuestras mentes. Solo nos queda seguir los dictados del Gran Hermano.

La participación del Ejército Español, sumándose con Estados Unidos en su apoyo a Israel, deja en evidencia la incongruencia y falsedad de la petición del presidente español, Pedro Sánchez, de reconocer a Palestina como país.

Me parece lamentable el bochornoso y vergonzoso silencio que el gobierno de PSOE-SUMAR mantiene. Y no menos vergonzoso el mutismo de la oposición y de los partidos políticos que sostienen al gobierno de Sánchez. Tampoco los medios de comunicación españoles han dado muestras, no ya de lucir análisis esplendorosos de lo que acontece, sino algo tan simple y sencillo cómo preguntarse qué hace el Ejército Español en esa, digamos, “presencia intimidatoria” en el Estrecho de Ormuz.

¡Qué pérdida de dignidad la de nuestra clase política!

¡Diógenes, ayúdanos, préstanos tu candil, para tratar de encontrar hombres independientes, no sumisos, que tengan algo de dignidad!

 

 


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