Rosa Díez con un retrato de Aminteu Haidar
Rosa Díez con un retrato de Aminteu Haidar

España
Diego Camacho (19/12/2013)
La abstención de Sosa Wagner, único eurodiputado que tiene UPyD en el Parlamento Europeo, durante la votación para la aprobación del Acuerdo de Pesca entre la UE y Marruecos, me ha causado solo una pequeña sorpresa, pues la ambigüedad o el mensaje equívoco de hacer en los momentos importantes lo contrario a lo que se predica, cuando se trata del Sáhara Occidental, viene de lejos quizás desde el momento en que Rosa Díez orienta el partido hacia la bisagra más que hacia la alternativa política.

Mi asombro sí ha sido grande, cuando he leído la explicación que da de su voto. Sostiene: que la cuestión del Sáhara sigue sin resolverse; que no se excluyen las aguas territoriales ni se garantizan los legítimos intereses saharauis; y que no existe un sistema de verificación de respeto a los Derechos Humanos por parte de Marruecos. Es decir, contempla lo que yo contemplo y se abstiene en lugar de rechazar el acuerdo. La abstención solo puede interpretarse como un deseo de nadar y guardar la ropa. Por una parte no se interfiere en el acuerdo al que han llegado el PP y el PSOE y por otra se queda bien con la galería sosteniendo unas reservas morales aunque solo sea a título declarativo. El tiro no ha podido salirle peor, pues la galería se ha dado cuenta.

Todo el mundo sabía que la alianza PP–PSOE iba a trabajar a favor de los intereses marroquíes, pues la traición de ambas formaciones al interés y al prestigio de España estaba ya muy consolidada. El lobby promarroquí, alentado desde el Palacio de la Zarzuela, es muy poderoso y desde hace varias décadas la clase dirigente de este atribulado país, ha sucumbido a las generosas dádivas del sultán.

Esta abstención no era en absoluto determinante para la firma del acuerdo, por esa razón es más dolorosa. Era fácil defender el derecho que asiste a los saharauis y Rosa Díez ha optado por el pasteleo, en un asunto en el que su equivocación solo podía desprestigiarla. Un topo enviado por Rajoy –Rubalcaba no podía haberlo hecho mejor- para anularla políticamente en este ámbito. No creo que en un asunto de tanta trascendencia para la credibilidad de UPyD, Sosa Wagner haya actuado por libre. Sobre todo si consideramos sus reservas mentales y que en la votación del año pasado sí consultó a la dirección del partido.

N. de la R.
El autor es coronel del Ejército, Licenciado en Ciencias Políticas y escritor.