espacioseuropeos.com (21/9/2009)el-destructor-norteamericano-mason
Hace unos días, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que iba a cancelar el proyecto de instalación de «barrera antimisiles» en Polonia y la República Checa. Pero, al parecer no hay tal cancelación, sino sustitución. El nuevo plan de EE. UU. de instalar misiles interceptores en sus buques de guerra en el norte de Europa, se debe al deseo de interceptar las trayectorias de vuelo de los misiles balísticos rusos a través del Polo Norte, según recientes declaraciones del presidente de la Academia de Problemas Geopolíticos, general Leonid Ivashov.

El general Ivashov -según recoge la agencia de noticias RIA Novosti– manifestó que la «postura de EE. UU. frente al despliegue de los elementos de su escudo antimisiles en Europa no ha cambiado, sólo que ahora se planea instalarlos en los buques de guerra estadounidenses en el norte de Europa para interceptar las trayectorias de vuelo de los misiles balísticos rusos a través del Polo Norte».

 El presidente Obama anunció la semana pasada que había desistido de instalar una «barrera antimisiles» en Europa del Este, ya que su gobierno ha evaluado que el «programa de misiles de largo alcance de Irán no avanzó significativamente», medida que se ha considerado como una de las más importantes en política exterior

 Por si hubiera alguna duda sobre ese cambio de estrategia de Estados Unidos, he aquí las declaraciones del secretario de Defensa, Robert Gates: «No renunciaremos al escudo antimisiles en Europa, sino que sólo planea instalar sus elementos en buques de guerra en el sur y norte de Europa».

 «El sistema que se proyectaba desplegar en Polonia debía destruir los misiles balísticos rusos en cualquier fase de su vuelo. Pero ahora, los antimisiles estadounidenses que irán instalados en buques en el norte de Europa permitirán interceptar misiles rusos sólo antes de que se coloquen en la órbita», explicó el general.

 Las explicaciones de Ivashov se basan en que los sistemas navales son más móviles y baratos que los estacionarios, y así, instalándolos en el norte de Europa se «conseguirá interceptar las principales trayectorias de vuelo de los misiles rusos  lanzados desde submarinos en el Océano Glacial o desde el territorio continental ruso».