Guinea Ecuatorial
espacioseuropeos.com (30/3/2010)
Ayer lunes, el diario El Mundo nos presentaba una panorámica del ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, a través de un reportaje de Ana Romero, titulado «Rebelión en Exteriores», del que resaltamos algunos párrafos, muy significativos, que nos muestran la caótica situación en la que se cuecen los intereses de España fuera de nuestras fronteras: «En la recta final de la Presidencia española de la Unión empiezan a sonar los tambores del bombo, que es como llaman los diplomáticos al concurso anual para la renovación de cargos (…) Este año, el sonido es particularmente estridente: la crisis ha congelado la apertura de embajadas, y los mil funcionarios con que cuenta ya el Ministerio de Asuntos Exteriores resienten aún más los efectos del tapón político que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha ido creando desde 2004″.
Tras añadir que «nunca antes -ni siquiera durante el franquismo- había tenido España tantos embajadores políticos», la periodista recoge la opinión de diplomáticos españoles, según los cuales, en Exteriores se considera que la política de Aznar en este campo tuvo su influencia en los resultados electorales de 2004, y por eso ahora el PSOE quiere hacer lo contrario, pero se han dado cuenta que esa política es un error.
Análisis muy simple, pues no valoran que Aznar no se presentó a esas elecciones generales (2004): tampoco tienen en cuenta los efectos perversos del 11-M, ni la política de pleitesía socialista con Mohamed VI, ni otros muchos factores.
Por lo que se refiere a Guinea Ecuatorial, la periodista del diario El Mundo escribe: «Es el caso, por ejemplo, de la apuesta española en Cuba o Guinea Ecuatorial: aunque no funcione, Moratinos no va a dar marcha atrás jamás, porque sería reconocer que ha cometido un error».
Obiang Nguema tiene cogido por los pelendengues al actual Gobierno de España y a muchos políticos del otro bando, sin excluir a CiU y PNV. No es la primera vez que el tirano ha dicho que el Tribunal de Cuentas audite las cuentas de la Cooperación española, pues a Guinea Ecuatorial sólo le han llegado las migajas. ¿Dónde está el resto?
Guinea Ecuatorial ha sido la coartada de muchos para enriquecerse, a costa del sufrimiento de los ecuatoguineanos, los de allí y los de aquí.