Francia
espacioseuropeos.com (2/8/2010)
Los últimos acontecimientos en Francia, con manifestaciones en la calle en protesta por la muerte de dos jóvenes a causa de disparos de la policía, han provocado una fuerte reacción por parte del presidente de la República. Uno de ellos murió en un tiroteo en la localidad de Grenoble, después de atracar un casino; el otro, de etnia gitana, resultó muerto al saltarse un control de la gendarmería en Saint-Aignan, situada en el centro de Francia.
Tanto en Grenoble como en Saint-Aignan, se produjeron violentas manifestaciones en señal de protesta por estas dos muertes. Especialmente duros fueron los hechos acaecidos en la pequeña localidad de Saint-Aignan, donde grupos de etnia gitana atacaron la gendarmería armados de hachas y machetes. La reacción del gobierno galo no se hizo esperar y mandó más de 300 soldados que, de momento, sofocaron la revuelta.
Pues bien, a últimos de la semana pasada, el presidente Nicolas Sarkozy junto al ministro de Interior, Brice Hortefeux, en un acto en la Prefectura de Grenoble, «amenaza a los franceses de origen extranjero con retirarles la nacionalidad si atentan contra la vida de cualquier funcionario público – según informa Radio Francia Internacional- supuesto que ya existe en la legislación francesa».
Sarkozy reconoció el error de los sucesivos gobiernos galos: «Sufrimos las consecuencias de 50 años de inmigración insuficientemente regulada (…) Y estamos tan orgullosos de nuestro sistema de integración! Despertémonos para darnos cuenta de lo que está produciendo…».
Estas palabras de Nicolas Sarkozy fueron pronunciadas el pasado viernes en un acto en la Prefectura de Grenoble, en el contexto de un discurso sobre la delincuencia y los motivos que la animan. De hecho, Sarkozy responsabiliza directamente a «una inmigración escasamente regulada» de gran parte de la «inseguridad en Francia».
Pero, Sarkozy no sólo denunció el hecho, sino que afirmó que pretende «retirar la nacionalidad francesa a toda persona de origen extranjero que haya atentado voluntariamente contra la vida de un policía, un gendarme o cualquier representante público». Asimismo, afirmó: «Deseo que se evalúe los derechos y las prestaciones a los que tienen acceso actualmente los extranjeros en situación irregular».
En los últimos días, la polic
ía gala ha desmantelado algunos campamentos de gitanos y está procediendo a la repatriación de decenas de rumanos y búlgaros. Al parecer, en el primer consejo de ministros que se celebrará en el mes de septiembre, el gobierno tratará sobre el desmantelamiento de unos 300 campamentos, habitados por gitanos, así como de otro tipo de medidas con la finalidad de atajar la violencia que en la última etapa se va enseñoreando de Francia.
No obstante, no son pocos los que ven en este tipo de medidas, una carga electoral con el objetivo de recobra los votos perdidos en las últimas elecciones.