constitucionEspaña
Manuel Funes Robert (10/1/2012)
La frase corresponde a un ilustre contertulio de la emisora METROPOLITAN TV. Se comentaba la Pascua Militar del día anterior y la frase lapidaria da ocasión a plantearse la posición política de las FF. AA. en el pasado y en el presente.

En el pasado, durante la República la ley constitutiva de las FF. AA. asignaba la misión de estas de defender a la patria contra los enemigos externos e internos. Esta fue la base legal en que se apoyó la parte del Ejercito que se rebeló el 18 de de julio y como en aquella época el PCE no era más que una delegación del poder soviético había fundamentos para considerarse obligados a cumplir con el mandato que la referida ley les imponía.

Entre los datos biográficos que INTERNET conserva sobre mi figura mi intervención como letrado en la defensa del teniente general Milans del Bosch en el proceso del 23F. Y en aquella ocasión hice ver que la democracia y su Constitución del 78 llegaban a donde no llegó la República en lo que se refiere a la misión de las FF. AA. Pues mientras la República obligaba a defender la democracia da un paso más y obliga a garantizar con lo cual se da al garante poder de interpretación.

El artículo que nadie cita pero que está vigente reza así: «Las FF AA de Tierra, Mar y Aire, tienen como misión garantizar la independencia y soberanía de España y la defensa de su integridad territorial y la vigencia de la Constitución». Y la referencia a la Constitución ha de entenderse a todos los artículos de la misma, incluido el ocho. Y ello indica que de aplicarse dicho artículo se estaría por encima incluso de la legalidad porque se trata de aplicar la Constitución que está por encima de la ley.

Esta fue mi intervención escrita en aquel famoso proceso atendiendo a que como mínimo había que considerar ese aspecto como atenuante muy cualificada, lo que fue parcialmente estimado al aplicar las penas mínimas a todos los encausados. Recuerdo este hecho porque una de las mejores maneras de no tener que aplicarlo es recordar su vigencia y tanto más cuanto más avanzan las fuerzas independentistas.

Y la virtualidad de acercamiento a lo militar se demostró en la huelga de controladores donde bastó la invocación a la militarización para poner fin de inmediato a aquel conflicto.

El articulo ocho no es tan elocuente por lo que dice como por lo que silencia, como ocurre siempre en los grandes pronunciamientos legales. Y así, el 123 de la Constitución, al referirse a las Fuerzas de Orden Publico a que actuarán las ordenes del gobierno, cosa que no ocurre en el octavo.

El silencio sobre un articulo vigente ha llegado al extremo por obra de Bono cuando era ministro de Defensa arrestó en su domicilio a un general que lo leyó públicamente y del que no era autor pero si destinatario. Detalle institucional que prueba lo intenso del proceso de ignorarlo.

Amigo como soy de descubrir los grandes contrasentidos, yo denuncio la paradoja de que nunca fue tan grande el poder institucional del ejercito y por ello fue por lo que me llamó la atención el comentario con el que titulo este articulo.