Sáhara Occidental
espacioseuropeos.com (8/11/2010)
Las amenazas del rey de Marruecos, Mohzapatero-y-mohamed-vi-en-la-onuamed VI, se están cumpliendo, y lo más curioso es que se cumplen después de la entrevista mantenida la semana pasada en Madrid entre la ministra de Asuntos Exteriores de España, Trinidad Jiménez y su colega marroquí Taieb Fassi-Fihri. Hoy, por la mañana fuerzas militares y policiales de Marruecos están procediendo a desalojar a los más de 20.000 saharauis que hasta ahora se alojaban en el campamento Gdeim Izik.

Algunas fuentes aluden a que ha habido varios muertos y heridos, aunque este extremo no se ha podido confirmar. 

De acuerdo con los datos aportados por el frente Polisario, el campamento está cercano por miles de militares marroquíes. En la zona, el Ejército de Marruecos ha apostado casi un centenar de camiones cisterna que arrojan agua a los saharauis alojados en el campamento, mientras helicópteros arrojan petardos explosivos y -sin confirmar- también gases.

A través de altavoces, los militares marroquíes lanzaban gritos como este: «si no se marchan tendrán que asumir las consecuencias», en una clara y evidente amenaza. A pesar de esta imponente represión y presencia militar, parece ser que los saharauis se están negando a abandonar  Gdeim Izik.

La entrada a la ciudad de El Aaiún se encuentra bloqueada por varias decenas de camiones antidisturbios. La situación es sumamente alarmante y su resultado es imprevisible. A esta altura, el campamento está totalmente destruido y quemadas todas las tiendas de campaña.

Fuentes de última hora, informan que ha habido varios muertos y se escuchan disparos por las calles de la ciudad de El Aaiún.

Intolerancia de Marruecos y pasividad española
La semana pasada, dos parlamentarios vascos y una navarra, fueron retenidos en Casablanca por la policía marroquí con la intención de impedir que viajen a El Aaiún. Los diputados Nerea Antia (PNV) y Mikel Basabe (Aralar), y la representante de Aralar en el Parlamento Navarro, Nekane Pérez, que pretendían viajaban a El Aaiún para visitar el campamento saharaui, fueron retenidos y se les impidió viajar, viéndose obligados a regresar a España.