El Aaiún  (Sáhara Occidental)
espacioseuropeos.com (11/5/2012)el-aaiun1
Las fuerzas de ocupación marroquíes expulsaron el pasado miércoles de El Aaiún, capital invadida del Sáhara Occidental, a cuatro españoles, defensores de los derechos humanos. El objetivo de la visita de los cuatro españoles a  El Aaiún era comprobar la situación de los «derechos humanos y sostener reuniones con familiares de presos políticos saharauis de Gdeim Izik»,  según recoge la agencia de noticias SPS (Sahara Press Service).

Los cuatro activistas españoles son Jesús Garay, José Taboada (Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS), Sandra Astete (Instituto de Estudios Políticos para América Latina y África (IAPELE), e Iñaki Markiegi, de Mundubat. Todos ellos partieron el miércoles desde  el aeropuerto de Gran Canaria en un avión de la compañía Binter con destino El Aaiún. Pero al llegar a su destino, una «veintena de policías marroquíes esperaban a la delegación en el aeropuerto de El Aaiún. Uno de ellos accedió al interior del avión, les pidió los pasaportes y les entregó un billete de vuelta, evitando así que desembarcaran y cumplieran una misión que se iba a extender hasta el próximo sábado»,  según la misma fuente.

Sin duda, las autoridades policiales y militares marroquíes conocían la llegada de los cuatro españoles. Desde la protesta de Gdeim Izik, Marruecos mantiene un muro de silencio infranqueable, «mientras continúan las detenciones y los juicios a diversos activistas, según insisten en denunciar los propios saharauis».

Creemos que ha llegado la hora de dejarse de pantomimas sobre la vigilancia de los derechos humanos en el Sáhara ocupado, sobre las competencias de la MINURSO o acerca de los tratados de pesca, agrícolas y demás. Marruecos no cumple ninguna de las cláusulas que le exige su acuerdo como país preferencial con Europa, por tanto las autoridades de la UE deben proceder de inmediato a rescindirlo y, en consecuencia, a forzar la salida de Marruecos de los territorios del Sáhara, ocupados y mantenidos por la fuerza.