La tolerancia a la corrupción crece en España - Espacios Europeos, Diario digital

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espacioseuropeos.com (30/5/2012)
Un estudio de Ernst & Young sobre la corrupción en España aporta algunos datos interesantes sobre la opinión que la mayoría de los directivos españoles tienen acerca de emplear métodos no legales para conseguir sus objetivos. El informe recoge que la inmensa mayoría de los directivos españoles «considera factible que sus empresas utilicen atajos ilegales o poco éticos para lograr sus objetivos».

Por si fuera poco, la crisis ha agudizado esos métodos a la vez que sirve de coartada para justificar «conductas poco éticas en el mundo de los negocios«. Las causas las atribuyen los directivos consultados a la presión de sus empresas y a las del mercado.

Un 26% de los consultados afirma que es habitual el uso de regalos para conseguir un contrato, diez puntos más que en el anterior informe realizado por la consultora, lo que lamentablemente confirma el deterioro moral de nuestros ejecutivos. No obstante, un elevado porcentaje de ellos considera que su «participación» en esas actividades no es punible, otra cosa es la responsabilidad de la empresa, según opinión mayoritaria de los consultados.

De acuerdo con el informe de Ernst & Young, el 94 por ciento de los «ejecutivos ibéricos» considera viable «recurrir a la corrupción«, para obtener sus objetivos empresariales -imaginamos que en lo personal la actitud no varia-, mientras que en Europa la media de los ejecutivos que piensan igual que los «ibéricos» es del 56%, algo que la consultora considera «preocupante».

Además, la grave crisis económica que asola España ha provocado el incremento de la oferta de regalos y actividades de ocio para conseguir las metas empresariales, señala el estudio internacional elaborado con mil 758 entrevistas a directivos de compañías pertenecientes a 43 países.

Menos mal que una mayoría (90%) de esos ejecutivos españoles considera necesario un control externo de los gobiernos, a fin de reducir en lo posible el «riesgo de fraude, soborno y corrupción«. Sin embargo, es generalizada la falta de controles internos en las empresas para evitar la corrupción, seguramente porque no les interesa.

Este es el panorama que tenemos.