España
Javier Martínez (30/4/2014)
El inicio del proceso contra el juez Elpidio Silva no ha podido ser más esperpéntico.
El pasado lunes arrancó con la renuncia del abogado defensor del todavía juez Silva, el letrado Cándido Conde-Pumpido, por no haber logrado suspender el juicio y por ello sentir haber defraudado las expectativas de su cliente; pero la reacción del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid(TSJM), Arturo Beltrán, fue de no aceptar ni la renuncia, ni el aplazamiento solicitado de 10 días para buscar nuevo abogado, ni incluso tampoco considerar la propia recusación en sala del propio juez Silva de la composición de ese Tribunal.
Todo esto huele mal pero que muy mal. Una de los tres magistrados que juzgan a Silva, la magistrada María Tardón, fue consejera de la asamblea de Caja Madrid, bajo el mandato de Blesa y aunque desde el inicio de este esperpéntico proceso se pidió por parte del abogado Conde-Pumpido que se abstuviera en esta causa, ni la susodicha juez ni el presidente del TSJM hicieron oídos sordos a esa petición.
María Tardón llegó al órgano de gobierno de Caja Madrid, como uno de los 37 consejeros señalados por el Ayuntamiento de Madrid en 2003 y fue reemplazada en el puesto en abril de 2005, cuando regresó a puesto en la carrera judicial. Fue concejal del PP en Madrid entre 1999 y 2003.
María Tardón justificó su postura diciendo «Estuve [en la asamblea de la caja] hasta 2004 pero nunca he tenido nada que ver con la gestión de la entidad ni con los hechos que se juzgan”.
Va a resultar que ella sólo pasaba por ahí y que nada nada tenía que ver ni con el Ayuntamiento del PP que la designó ni con el presidente Blesa con el que participó en Caja Madrid desde la Asamblea.
¡Viva la separación de poderes, la despolitización de la justicia y los mínimos o nulos derechos y garantías procesales en esta España que cada día se asemeja más a una estado corrupto y bananero del llamado Tercer Mundo.
Aunque sólo fuera por decoro y por vergüenza ajena, sin entrar en los fundamentos jurídicos de su posible recusación, esta señora debería abstenerse.
Otros dos magistrados que también estaban en la composición de dicho TSJM si aceptaron la recusación que planteó el ex abogado del juez Silva por haber participado en la instrucción de la querella que interpuso contra él la Fiscalía.
Los dos magistrados recusados eran el presidente de la Sala de lo Civil y Penal, Francisco Javier Viera y Susana Polo, con lo que ahora el tribunal quedó compuesto por el presidente del tribunal, Arturo Beltrán, Eduardo Urbina y por la mencionada María Tardón.
Para Elpidio Silva “El auto es nulo y lo sabe el tribunal; el juicio es nulo y también lo sabe el tribunal: es un juicio manifiestamente ilegal”.
Para colmo se ha sabido que un capitán ratifica que fue la Guardia Civil y no Silva quien pidió la intervención de los correos de Blesa, correos a los que se les quiere negar valor probatorio.
Este testigo esencial no ha sido interrogado, tampoco lo ha sido Blesa por parte del ex abogado defensor de Elpidio Silva.
Eso sí, las declaraciones de Blesa son para enmarcar en el insulto a la inteligencia ciudadana: «He sufrido mucho en mi vida profesional, familiar y personal. El daño que ha hecho a mi familia, a mi prestigio el juez Silva.”
Blesa recordó que ha soportado dos prisiones «injustificadas» y que el juez «no ha cesado de estar en los medios criticándole, hablando mal de él y de la Justicia (…) Hemos llegado al paroxismo de que dice que yo me dediqué al tráfico de armas con otros ilustres personajes», y calificó al juez Elpidio Silva de “comida averiada”.
La reacción airada del público en la sala en ese momento fue de gritar a Blesa “ladrón”, lo que hizo intervenir al presidente del tribual, en esa ocasión Beltrán si intervino vehementemente, para expulsar a una persona de la Sala y a otra imponerle una multa de 100 euros.
El propio fiscal y los representantes legales de las acusaciones renunciaron a la declaración, en previsión de una posible nulidad de las actuaciones.
Finalmente el jueves pasado, Elpidio Silva presentó y fue admitido un incidente de recusación contra el presidente del tribunal el juez Beltrán y contra la anteriormente citada jueza Tardón. El juicio que se tiene contra él por presenta prevaricación en el “caso Blesa”, se ha paralizado hasta que la Sala 77 resuelva dicho incidente.
Lo más probable es que la resolución sea durante la próxima semana y por lo tanto antes que se inicie la campaña electoral al Parlamento Europeo el 9 de mayo en la que el juez Elpidio Silva encabeza la candidatura de una nueva formación.
La defensa ya insistió, desde el lunes pasado, en su tesis de cacería contra Silva: «Pese a llevar más de 20 años ejerciendo brillantemente su labor como magistrado, con una tasa de revocación de sus resoluciones muy baja, comenzó a sufrir una campaña mediática de acoso y desprestigio tras iniciar la instrucción de dos causas contra Miguel Blesa, amigo personal del ex presidente del Gobierno José María Aznar, causas en las que ha sido confirmada la existencia de indicios delictivos», alegó Conde-Pumpido.
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