España
José Luis Heras Celemín (4/2/2015)
La importancia en el acento del Secretario de Estado de Hacienda.
Miguel Ferre (o Ferré) es el titular de la Secretaria de Estado de Hacienda. Es, por lo tanto, el segundo de Montoro. En él hay un primer motivo de controversia que nace de la confusión en un apellido en el que, voluntariamente o sin querer, el Gobierno ha sembrado la duda, ya que don Miguel es y consta como Ferré en algunos estamentos oficiales (En el Portal de la transparencia del Gobierno de España) y en otros aparece con un Ferre átono y sin la vírgula que da contundencia al gentilicio (La nota de Prensa que facilita el Gabinete de Prensa del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas).
Presentado por el Consejero de Hacienda y Administración Pública de Aragón, Javier Campoy, el Secretario de Estado comparecía en el Foto Aaragonex para, según él mismo dijo, “Explicar la Reforma Fiscal y lo que persigue y comentar la incidencia que tiene en la familia y el ahorro”.
Al comienzo del acto, en el segundo sótano del Hotel Madrid Tower, que está en el llamado Área de las Cuatro Torres del Paseo de la Castellana, había curiosidad por ver cómo el Secretario de Estado iba a compaginar lo que se intuía como legítima aspiración del PP “a sacar pecho” por los logros económicos conseguidos por el Gobierno con la noticia que publicaba el diario El Mundo: “Hacienda ve delito fiscal en la reforma de la sede del PP”.
Una vez don Miguel en el atril, a alguien se le ocurrió la duda y reparó en el acento que tenía más importancia que la simple tilde. Fue una periodista joven, de un diario económico y de mente ágil, quien hizo el anuncio:
– Es Ferre, sin acento.
Y Ferre, sin la entonación y energía que se esperaban, fue desgranando un discurso en el que, lejos de abombar pecho, se limitó a ir enunciando las características de una Reforma Fiscal que podría, e incluso debería, haber exhibido como la consecuencia de una forma de gobernar de la que sentirse orgulloso:
Se hace en el año 2015, no porque sea un año electoral, sino porque es cuando se puede hacer. Porque, recuperada ya la estabilidad presupuestaria, es el momento de aspirar a conseguir objetivos más ambiciosos, de dar más recursos a los ciudadanos y a la clase media; y de acelerar la recuperación económica.
Está suponiendo un impulso considerable a la economía española.
Los contribuyentes del IRPF cuentan con 300 millones de euros en el bolsillo gracias al descenso de las retenciones salariales en sólo un mes desde la modificación de retenciones.
Algunas actividades económicas, si van de acuerdo con la reforma y aprovechan lo legislado, tendrán “premio fiscal”.
La bajada del IRPF supondrá 3.400 millones de euros este año; e incluyendo el Impuesto de Sociedades llegará a 9.000 millones de euros hasta final de 2016.
La rebaja de la fiscalidad ya está produciendo un aumento del consumo y la inversión, que producirá un aumento del PIB respecto a lo previsto.
Los incentivos fiscales incluidos en el nuevo IRPF para las familias numerosas y contribuyentes con discapacitados a su cargo suponen una deducción de 1200 euros anuales por cada circunstancia, que se podrán recuperar mensualmente con 100 euros por cada una de ellas.
Se abre un “canal presencial de impuestos negativos”, que se pueden solicitar por vía telemática y en las oficinas de la Agencia Tributaria.
Y unos datos especialmente relevantes que fueron recitados sin calor: El colectivo de contribuyentes potencialmente beneficiados por los impuestos negativos alcanza a 500.000 familias numerosas y a 250.000 con discapacitados en la familia. La Rebaja en el IRPF será de un 12,50% como previsión media, que llegará hasta el 23,50% para los contribuyentes de rentas bajas y medias. Habrá menos retenciones para 1,6 millones de autónomos que verán disminuida su retención (del 21 % al 15 % cuando sus ingresos sean inferiores a 15.000 euros anuales; y al 19% y 18% para el resto de los casos en los años 2015 y 2016). Y las ventajas incluidas en el Impuesto de Sociedades que afectan a las Pequeñas y Medianas empresas (PYMES).
Tras el discurso, el Secretario Ferre se sometió a las preguntas de la Prensa. Se le preguntó por: La noticia de El Mundo sobre la Reforma de la Sede del PP. Algunos datos económicos. Si ha llegado el momento de tener en cuenta a los más perjudicados por la crisis. Los efectos de las oscilaciones en el precio del petróleo. La situación de Grecia en la zona euro. El déficit de las Comunidades Autónomas. La publicación de la Lista de Defraudadores. Los que emplean empresas para cotizar menos (Como Juan Carlos Monedero, de Podemos, cuyo nombre no se citó). El Caso Pujol y sus consecuencias. Y las ventajas de la Reforma Fiscal para los ahorradores. Pero…
En sus respuestas no hubo nada que reseñar.
Al terminar, alguien le recordó a un diputado del PP el llamado Programa de Salónica del gobierno griego de la Coalición de Izquierdas Syriza: “Tsipras, con sólo 2.000 millones de euros, parece que ha arreglado algo. El PP y el segundo de Montoro con la Reforma Fiscal han hecho mucho más por la ciudadanía, pero…”
– Sí, no lo sabemos contar.
Abajo, en el segundo sótano del hotel, algunos periodistas se quedaron con el segundo de Montoro. Otros salieron a la calle pensando en la importancia en el acento del Secretario de Estado de Hacienda: Ferre, o Ferré.